No hay médico en Melilla que no esté profundamente afectado por la pérdida de nuestro compañero Pedro. Cuando se jubiló no quiso ningún tipo de homenaje, miraba al futuro a la cara y en ningún momento tuvo palabras de tristeza, solo tenía un objetivo viajar y vivir tranquilo sin el estrés y quebraderos de cabeza que tanto da nuestra profesión.
Nuestro compañero Pedro era un gran profesional y sobre todo un gran amigo, y es por esto que ha dejado una huella y un hueco muy difíciles de olvidar.
Desde el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla en representación de todos tus amigos y compañeros, te queremos dar un humilde homenaje y pedirle a Dios que te tenga donde te mereces, puesto que para tus pacientes además de su médico has sido su ángel.
Nuestro más profundo pésame a toda la familia.
Descansa en PAZ amigo Pedro.