Homenaje a un profesional ejemplar y gran persona

Carlos Pantoja 3

La muerte del doctor Carlos Pantoja ha generado un profundo impacto en la comunidad melillense en general y en el ámbito sanitario en particular, no solo por su juventud, sino por el legado que deja tanto en su profesión como en el ámbito deportivo. Su repentino fallecimiento en un gimnasio ha conmocionado a quienes le conocían y valoraban, reflejando el vacío que deja entre compañeros, amigos y pacientes.

El testimonio de quienes le conocieron resalta su calidad humana, su excelencia profesional y su compromiso con la medicina y el bienestar de sus pacientes. Más allá de la tristeza de la pérdida, su legado queda presente en la ciudad -aunque natural de México, ya se consideraba un melillense más tras 15 años ejerciendo aquí-, no solo por su trabajo en el Hospital Comarcal de Melilla y la Clínica Rusadir, sino también por su impacto en la vida de quienes lo rodeaban.

Desde que se supo la noticia de la muerte del doctor Carlos Pantoja, se han producido muchas muestras que reflejan el dolor en la sociedad melillense, entre ellas las del Editor del periódico MELILLA HOY, Enrique Bohórquez López-Dóriga.

Las palabras de Bohórquez transmiten no solo el profundo dolor de quienes lo conocieron y admiraron, sino también la huella imborrable que deja su legado tanto en el ámbito médico como en el personal. Más allá del dolor inmediato, el mensaje destaca la trascendencia del recuerdo y la importancia de mantener viva la memoria de una persona que dedicó su vida a ayudar a los demás. La forma en que se despide de su amigo refuerza la idea de que, aunque físicamente ya no esté, su presencia seguirá en la memoria colectiva de Melilla y de quienes lo apreciaban. Es un homenaje emotivo que resalta la grandeza de Carlos Pantoja como profesional y ser humano.

De igual modo, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, tanto en su nombre como en el de su Gobierno, ha dado este lunes su pésame a la mujer y a la familia del doctor Carlos Pantoja tras su repentino fallecimiento el pasado domingo.

Las palabras de Juan José Imbroda reflejan también el gran impacto que ha tenido la muerte del doctor Carlos Pantoja en Melilla. Su reconocimiento como “magnífico otorrino y grandísima persona” pone de manifiesto no solo su excelencia profesional, sino también la calidad humana que lo caracterizaba. El hecho de que el Gobierno local exprese públicamente su pesar subraya la importancia que tenía el doctor Pantoja en la ciudad y su contribución al bienestar de la población.

Su fallecimiento deja un vacío difícil de llenar, no solo en el ámbito sanitario, sino también en el corazón de quienes lo conocieron y trabajaron con él. Es un testimonio más de cómo su legado y recuerdo permanecerán vivos en Melilla.

Hoy será su funeral a partir de las 11.00 horas y en el Hospital Comarcal y el resto del sistema de salud en Melilla no deberían poner trabas a quienes quieran asistir al Cementerio de la Purísima Concepción a dar el último a adiós al doctor Carlos Pantoja porque, como suele decir, “Solo se muere una vez (y se vive todos los días)”.

Además del impacto emocional, la noticia ha traído a colación el debate sobre la situación sanitaria en Melilla, con la falta de especialistas como un problema que afecta a la población. Este contexto refuerza la importancia del trabajo de médicos como Pantoja y la necesidad de valorar el esfuerzo de los profesionales de la salud.

Es un recordatorio de lo frágil que es la vida y de la huella imborrable que pueden dejar las personas a través de su trabajo y su humanidad.

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