Hace unos días recibí la llamada de un amigo, muy escandalizado, porque había visto en un diario, a veces con lamentable ortografía, en Internet, en el que se veían varias fotos de algunos patios del Cementerio, con tumbas de soldados de La Legión, todas llenas de hierbajos.
Créanme que yo me sentí muy mal, no por las hierbas, ni mucho menos, sino por el hecho de que antes de publicar fotos y comentarios de esa índole en un medio, pienso que el autor debió informarse en la oficina de prensa de la Comandancia General, o en el Archivo y Biblioteca Militar, para que le explicasen el motivo por qué se encontraban los patios en ese estado. Estoy seguro que se hubiera solucionado al instante, y las explicaciones hubiesen sido satisfactorias; y lo digo porque me consta que los responsables están haciendo lo indecible para eliminar el problema de las hierbas, que como saben muchas de ellas son verdes y mueren generalmente al acabar la buena estación, pero son sustituidas por otras nuevas si son vivaces, y estas lo son.
Estos señores, con diferentes grados militares, bajo el mando del Comandante General, sé que están dejando el Cementerio como un pincel, de bonito. Son los que están al frente de su conservación y divulgación del santo lugar donde se hallan nuestros Héroes y Mártires. Yo tengo el conocimiento, a ciencia cierta, que la Comandancia General está por el engrandecimiento y esplendor de todos los Panteones de La Purísima, y actualmente por el Glorioso Panteón de Héroes, en el Centenario de su inauguración.
También quiero que sepan, queridos lectores, que en la Comgemel existe una oficina de Apoyo a la Tropa, que enseña y divulga un viernes de cada mes, a todo el que viene destinado por primera vez, con visitas guiadas, tanto al Cementerio, como a los recintos fortificados (El Pueblo), y muy principalmente, nuestro “art nouveau vienés”, estilo barcelonés de la ciudad, los fabulosos tesoros en los edificios modernistas y art-decó, como sus calles con chaflanes, “tiradas a cordel” en el “Triángulo de Oro”, irradiado desde la Plaza de España, como en sus barrios: en fin, todo lo que ustedes ven cuando pasean por la ciudad, sin darle mayor importancia, porque lo tienen a la vista constante, pero no el visitante que llega por primera vez, admirando nuestros tesoros. Creo que todas estas visitas las han proyectado junto con la Consejería de Cultura de la Ciudad, Consejería que a mí me ningunea cuando le solicito que retiren a Napoleón de nuestras calles.
Bueno, eso es otra historia que no viene al caso, pero como buena mosca cojonera que soy, también deben saber. Estos señores, militares de distintas graduaciones: unos con galones de tropa y sardinetas, otros con estrellas de 6 puntas, algunos con “mantecados” en la bocamanga, y los que ordenan y mandan, con sus “bastones y espadas”, llevan defendiendo nuestra ciudad desde 1497, y les puedo asegurar que todos ellos se sienten tan ciudadanos como usted, o como el que les escribe: o sea, españolitos normales y corrientes, pero eso sí: en posesión del más profundo amor hacia nuestros Héroes, y a la Patria. Y sobre el artículo de los hierbajos en cuestión, debo decir que al día siguiente de su publicación, fue retirado. ¿Por qué?, lo ignoro; pero me alegré profundamente de todo corazón. Para terminar solo espero que este artículo sirva para recordar por enésima vez, que nuestro Cementerio sea declarado: “Cementerio Nacional de Héroes”; ya que se merece el reconocimiento más sublime de todos los melillenses, sin distinción alguna. Y al que piense que esto es una arenga patriotera, o chauvinista, ruego que se encamine, tranquilamente, hacia las letrinas.
