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“Hemos mejorado mucho en el juego colectivo. Antes pecábamos más de individualidades, pero ahora buscamos siempre la unión”

Laura Fernández y María Torreblanca comparten su experiencia como jugadoras profesionales de 'La Salle' en la Liga Femenina Challenge. Destacan la importancia del trabajo en equipo, la igualdad de condiciones en el deporte y animan a las futuras generaciones a perseverar en sus metas deportivas.
LAURA Y MARIA 1

Entrevista a Laura Fernández y María Torreblanca, jugadoras profesionales de ‘La Salle’ en la Liga Femenina Challenge

 

Con el final de la temporada de baloncesto femenino a la vuelta de la esquina, hemos tenido el privilegio de conversar con dos jugadoras destacadas del equipo La Salle en la Liga Femenina Challenge, Laura Fernández y María Torreblanca. Ambas jugadoras comparten sus experiencias, reflexiones y sueños en una temporada que ha marcado su psique. Desde los primeros días de incertidumbre hasta los momentos de gloria en la cancha, Fernández y Torreblanca nos acercan a un viaje fascinante detrás de la cortina del deporte profesional.

Reflexiones sobre la Temporada

Al abordar el tema del recorrido del equipo durante la temporada, la base Laura Fernández expresó su satisfacción por el progreso experimentado a lo largo del año. «Empezamos quizá más flojas al principio de la temporada, pero a medida que avanzaba la liga, se fue notando ese cambio, especialmente en el juego», comparte Fernández. María Torreblanca agrega: «Hemos remado mucho desde enero. Mantenernos con un récord de 7-7 en una liga tan competitiva ha sido todo un desafío».

El camino hacia el baloncesto profesional

Al discutir sus comienzos en el baloncesto profesional, Fernández revela: «Profesionalmente, empecé a los 18 años, aunque aún no éramos consideradas como tal por las instituciones o la liga». El trabajo de reconocimiento del deporte femenino en categorías profesionales es todavía una lucha que, como ciudadanos, debemos considerar, sobre todo para bregar una igualdad real de condiciones. Sobre esto, Fernández agrega: “Poco a poco se está mejorando la situación, pero todavía estamos lejos de la igualdad completa».

María Torreblanca, por otro lado, recuerda su pasión temprana por el deporte: «Empecé con ocho años en el patio del colegio del Buen Consejo y poco a poco me fui enganchando». En cuanto al baloncesto profesional, asegura: “A nivel de federación todavía no somos una liga profesional, eso indica que todavía queda mucho recorrido».

Desafíos psicológicos y estrategia

En cuanto a la gestión de la carga psicológica que muchas veces atormenta a los deportistas, Torreblanca destaca la importancia de mantenerse estable mentalmente. «Conforme van pasando los años, aprendes que esto no es un sprint, sino una maratón». Laura Fernández añade: «Siempre apoyo a mis compañeras y trato de mantenerme estable, incluso en los momentos difíciles. Es lo que hace que seamos una piña».

Mejoras técnicas y tácticas en esta temporada

Fernández destaca la importancia del juego colectivo en la mejora del equipo. «Hemos mejorado mucho en el juego colectivo. Antes pecábamos más de individualidades, pero ahora buscamos siempre la unión». Torreblanca señala el crecimiento en defensa como clave. «Nos hemos unido como bloque en defensa, lo que ha permitido que el ataque fluya».

Mejoras en materia de deporte

La melillense María Torreblanca señala la necesidad de más instalaciones deportivas en la ciudad para dar cabida a la creciente demanda. «Creo que el tema de las instalaciones en Melilla es un problema. Por ejemplo, para baloncesto sólo existen el Pabellón Imbroda y el Pabellón Polideportivo Guillermo Garcia Pezzi, teniendo cinco equipos profesionales y toda la cantera», expresa. Además, hace hincapié en la importancia de involucrar a las niñas y niños desde una edad temprana en el deporte profesional local, destaca la necesidad de crear una relación cercana entre la comunidad y los equipos profesionales de la ciudad.

El Futuro del baloncesto femenino en Melilla

Al reflexionar sobre el futuro del baloncesto femenino en Melilla, Torreblanca expresa la necesidad de más instalaciones y de involucrar a más niñas y niños en el deporte. «Si de pequeña hubiese tenido todo el baloncesto profesional femenino que hay ahora, hubiera ido a todos los partidos» asevera la alero.

“Madrid City” de Ana Mena, la canción de la temporada

Entre risas, Laura Fernández y María Torreblanca revelan algunas de las peculiaridades del ambiente en los vestuarios. «Una canción que ha estado sonando todo el rato ha sido la de “Madrid City”, por el meme”. Este detalle revela la atmósfera animada y unida que caracteriza al equipo, incluso fuera de la cancha.

 

“Me paro a pensar y digo, bueno a lo mejor no es que ella ha jugado mal, sino que la hemos defendido bien»

Durante la entrevista, Fernández compartió una anécdota sobre la importancia de la defensa en el juego: «Nos hemos enfrentado a equipos que salen después de haber perdido el partido y dicen, “No, es que fulanita jugó mal y claro, como ella jugó mal, el equipo contrario lo han tenido más fácil». Entonces, yo me paro a pensar y digo, bueno a lo mejor no es que ella ha jugado mal, sino que nosotras la hemos defendido bien», reflexiona entre risas Fernández.

Ambas jugadoras subrayan la importancia de reconocer el impacto del juego defensivo en el rendimiento de los jugadores y destacan la necesidad de valorar tanto el esfuerzo defensivo como el ofensivo en el baloncesto.

Mensaje para las futuras generaciones de jugadoras profesionales

María Torreblanca destaca la importancia de la perseverancia y el esfuerzo para alcanzar las metas deportivas. «Es importante que nunca pierdan la ilusión por este deporte y por la adrenalina que se siente al jugarlo», enfatiza. Por su parte, Laura Fernández agrega.

«El trabajo duro y la dedicación son fundamentales para alcanzar el éxito en cualquier ámbito de la vida, y el deporte no es una excepción». Asimismo, ambas jugadoras alientan a los jóvenes a aprovechar las oportunidades para involucrarse en el deporte local desde una edad temprana. «La vida deportiva es una experiencia enriquecedora, pero también efímera. Es vital que se esfuercen y trabajen duro, ya que, aunque puedan surgir dificultades, siempre hay una recompensa al final del camino», concluyen Fernández y Torreblanca.

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Elsa Almendros

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