De un tiempo a esta parte, asistimos a una macabra moda que consiste en realizar llamadas falsas al servicio médico urgente del 061 y a los Bomberos desde algunos barrios periféricos para luego, una vez que estén en el supuesto lugar de los hechos, ser diana de apedreamientos. Quienes actúan de esa forma tan inconsciente no alcanzan a entender, por cómo se vienen repitiendo estos hechos, el daño que pueden ocasionar, no sólo físico a médicos, enfermeros y técnicos en el caso del 061 o a los bomberos en lo que respecta al servicio de extinción incendios, sino también el perjuicio que ocasionan detrayendo servicios esenciales que mientras van a atender esa supuesta llamada urgente, podrían ser necesarios en otros puntos de Melilla donde verdaderamente se dieran casos de urgencia.
El último episodio se dio a las 02.30 de la madrugada del martes el miércoles cuando el 112 recibió una llamada solicitando asistencia médica por agresión de arma blanca. Fuentes sanitarias explicaron que desde el 061 se realizó una rellamada solicitando más datos y el receptor de la misma da toda clase de explicaciones: "herida por arma blanca en abdomen, sangrado profuso y taponamiento momentáneo de la misma". A raíz de ello, se desplazó al lugar, Tadino de Martinengo, una unidad medicalizada. Sin embargo, al llegar a la dirección facilitada, comprobaron que se trata de una "broma". En otros casos la cosa ha terminado peor, porque no solo era falsa, sino que iba también iba acompañada de agresiones en forma de pedradas, a personas y vehículos de urgencias.
Ante este cúmulo de situaciones, las autoridades deben actuar cuanto antes y no permitir que hechos como los que vienen sucediendo. También los propios vecinos deben concienciar e informar de aquellos casos que conozcan por el bien de sus barrios. Porque podrían estar en juego vidas humanas. Por el momento, por no haber, no habido ni siquiera condenas oficiales.