Coincidiendo con la noche de Halloween, una de las más terroríficas del año, los equipos de Babybasket y de Pequebasket del Club Melilla Baloncesto vivieron un entrenamientos muy especial. La mayoría de los pequeños jugadores, juntos con sus entrenadores, se disfrazaron de personajes de terror para este entrenamiento tan especial, aunque es cierto que el de esqueleto fue el que más triunfó. La tarde del pasado martes no se la quisieron perder tampoco algunos padres y madres, quienes también se disfrazaron para la ocasión y participaron de todos los juegos y actividades que se llevaron a cabo.