El cadáver de un melillense de unos 20 años fue encontrado ayer por la mañana en el foso de Victoria Grande, donde se encontraba la antigua cárcel, que están rehabilitando. No presentaba signos de agresión y no se descarta ninguna hipótesis, el joven sólo tenía la boca ensangrentada, al parecer, del golpe. Su familia acudió consternada al lugar, teniendo que precisar asistencia sanitaria una de las hermanas del joven. A las 9:15 de la mañana, un hombre avisó al 061, al encontrarse a un hombre tirado en el suelo, sin saber si estaba con vida o no. Cuando acudieron los servicios sanitarios, comprobaron que se trataba de un cadáver, por lo que solicitaron la presencia de la policía. El joven había caído al foso de la antigua cárcel, de unos doce metros, sin conocerse si de forma intencionada o accidentada, según las fuentes consultadas.
La Policía Nacional acordó la zona hasta que el juez de guardia ordenó el levantamiento del cuerpo. Se abrió una investigación, para determinar las causas de la muerte de esta persona, de unos veinte años edad, natural de Melilla. Al lugar, fueron la madre y las hermanas del joven, que no comprendían lo sucedido. Una de ellas, la mayor, tuvo que precisar asistencia sanitaria, por el shock.
Teniendo en cuenta que se trata de una zona deshabitada, que se está rehabilitando, pocos testigos puede haber de lo ocurrido. Los trabajadores del Parador que hicieron guardia la noche del jueves al viernes explicaron a MELILLA HOY que tampoco habían escuchado nada, ni estaban al tanto de lo ocurrido. La autopsia del joven determinará las causas del fallecimiento.
