Como siempre, en cuanto las luces de Feria se apagaron ayer de madrugada para despedir las fiestas hasta el año que viene, la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil tomaron, literalmente, el recinto ferial y el puerto en la denominada Operación Feriante. Este importante despliegue por tierra, mar y aire tiene como objetivo evitar que inmigrantes puedan aprovechar el retorno de las atracciones a la península para llegar a Europa como polizones. Ayer, en el primer día de dispositivo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado localizaron a 82 inmigrantes, casi la mitad menores de edad, escondidos o a punto de hacerlo para colarse en el barco. Son 30 más que en el mismo periodo del año pasado, lo que supone un gran incremento del 58%. Según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno, los inmigrantes que fueron interceptados ayer son 46 adultos y 36 menores de edad. En total 82, que fueron interceptados en los diferentes filtros de seguridad establecidos antes del embarque a los tres buques que salieron desde el puerto de Melilla hacia Motril, Almería y Málaga, en los que retornaron a la península un total de 37 atracciones.
La mayoría de los inmigrantes, 73 en concreto, fueron localizados en el primer filtro de seguridad instalado por la Policía Nacional en el acceso al puerto comercial y la zona del recinto ferial. En ambos puntos, un buen número de policías, acompañados algunos de ellos por perros adiestrados, localizaron a 41 adultos y 32 menores.
Por su parte, Guardia Civil se centró en el puerto comercial, al igual que hace durante el resto del año, pero ayer con más refuerzos, hasta superar ampliamente la veintena de agentes trabajando en la zona. El instituto armado interceptó a 5 personas adultas de nacionalidad marroquí y a 4 menores de edad durante la inspección de las atracciones previa al embarque. Cinco de esos 9 inmigrantes habían sido localizados sobre las seis de la mañana en las inmediaciones de los buques con intención de introducirse en ellos de forma irregular.
Podrían haber sido más
La cifra del primer día de Operación Feriante podría haberse disparado aún más de no ser por algunas de las medidas que se han llevado a cabo. Por ejemplo, la vigilancia que durante toda la noche realizó junto al espaldón del Puerto para evitar que nadie pudiera colarse en la zona de seguridad. Un control que conllevó mucho esfuerzo y carreras durante la noche, pero que sirvió para impermeabilizar lo máximo posible el recinto portuario.
También cabe destacar la estrecha colaboración de la Policía Local en el recinto ferial, donde agentes del Grupo de Prevención y Reacción (GPR) y el Grupo Canino (Grucan) reforzaron desde primera hora de la madrugada el control durante el desmontaje de las atracciones.
Hasta el mediodía de ayer, los agentes retiraron de las inmediaciones de las atracciones a 50 inmigrantes, la mitad de ellos menores de edad, que fueron trasladados a La Purísima, según informaron a este Diario fuentes de la Consejería de Seguridad Ciudadana. Los adultos, marroquíes o argelinos, fueron llevados hasta la frontera o el CETI, respectivamente.
Férreo control por tierra, mar y aire
El trasiego de agentes y vehículos policiales fue incesante desde primera hora de la madrugada. Mientras el helicóptero de la Policía sobrevolaba el cielo melillense, numerosos coches patrulla, efectivos y perros adiestrados de los tres cuerpos iban de un lado a otro inspeccionando los camiones, caravanas y atracciones listas para regresar. En cualquier hueco podía haber un aspirante a polizón.
El objetivo de la Guardia Civil en este dispositivo, según informó un portavoz del Cuerpo, es evitar la inmigración irregular hacia la península y preservar la integridad física de estos inmigrantes, mayoritariamente marroquíes. En definitiva, “velar por ellos”, ya que es habitual que para intentar conseguir su objetivo de alcanzar los buques accedan “de forma temeraria” a las zonas de seguridad del puerto, tanto por tierra como a nado.
Adiestrados con el olor humano
Uno de los agentes del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, Gerardo Rodríguez, destacó a los periodistas la “tranquilidad” con la que se estaban desarrollando las primeras horas de Operación Feriante respecto a años anteriores, si bien recordó que hasta ese momento eran muy pocas las atracciones que habían embarcado en los dos primeros buques de la mañana 9 de las 37 que finalmente se contabilizaron en total ayer.
El grueso, por lo tanto, se fue en el barco a Málaga que salió a las dos de la tarde, tal y como pronosticó horas antes este agente de la Guardia Civil, con una experiencia de más de 30 años en el grupo canino de la Benemérita, la mayor parte como adiestrador en la Escuela del Pardo.
Ayer, con sus cuatro perros especializados en la búsqueda de personas (Dama, Emil, Aston y Tango), fue uno de los agentes más activos en el puerto, donde explicó a los periodistas que estos canes son entrenados con el olor humano desde que son cachorros. Hoy, grandes veteranos en el Servicio Cinológico de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, se dedican fundamentalmente durante el resto del año a buscar a menores extranjeros en la zona del puerto e inmigrantes subsaharianos en la frontera de Beni-Enzar.
Termina mañana
La Operación Feriante, que confluye con el mayor trasiego de la Operación Paso del Estrecho (OPE), continuará hasta las 24.00 horas de mañana miércoles, día en que se prevé la salida de las últimas atracciones. Por ello, estas cifras forman parte de un balance provisional al que habrá que sumar los inmigrantes que sean localizados en las atracciones y camiones de feriantes que embarcarán en los próximos buques.