María Oña, por cierto, una de las mejores amigas de la princesa Letizia en su época periodística, lleva años ocupando puestos de responsabilidad dentro y fuera del país, donde ha estado a cargo de diferentes corresponsalías en el extranjero Con independencia de los muchos artistas y personajes prominentes del mundo de las artes, las letras y del espectáculo que por diversas circunstancias y motivos su ámbito de acción o actuación, salvo en ocasiones, no va más allá de los trece kilómetros y medio sobre los que se asienta Melilla, se encuentra otro colectivo de insignes melillenses cuya popularidad “allende las fronteras” revierte a la ciudad y llegan a convertirse en auténticos embajadores de la tierra que les vio nacer o en la que residieron durante una etapa importante de sus vidas.
En el campo de las letras Melilla ha dado nombres de prestigio en el panorama nacional o internacional, como son los casos de escritores como Miguel Fernández, Premio Nacional de Literatura o Fernando Arrabal, exiliado durante décadas en París, que ha vuelto en varias ocasiones a rememorar su infancia en su Melilla natal.
También ha dado la ciudad actores o directores que si nos remontamos al siglo pasado tuvieron en su momento la notoriedad suficiente como para que la ciudad les reconociera su valía con el nombre de alguna calle como es el caso de Juan Guerrero Zamora, casado con la actriz Nuria Torray, que grabó “Numancia” en Melilla o la desaparecida Mercedes Vecino o el recordado César Jiménez, que en su periplo madrileño debutó con la compañía de Celia Gámez y tuvo entre otros compañeros a Fiorella Faltoyano o Raúl Sender.
Pero en fechas más recientes aquellos que en su día formaban parte de la cantera profesional o artística melillenses se han decantado ya como dignos de tener en cuenta en diferentes ámbitos. En el panorama televisivo, la melillense María Oña, por cierto, una de las mejores amigas de la princesa Letizia en su época periodística, lleva años ocupando puestos de responsabilidad dentro y fuera del país, donde ha estado a cargo de diferentes corresponsalías. La última en Portugal y su aparición más reciente, la de ayer, en una conexión en directo desde Brasil. En el caso de María, su profesionalidad va unida y aparejada a un encanto personal y humano fuera de lo común, lo que la hace entrañable. También damos cuenta en esta misma edición de la reposición de “Solteros” la última obra cinematográfica del director melillense, Driss Deiback, que en su día rodó en la ciudad su primera película “El refugio”.
Y esa misma cantera local está produciendo una pléyade de artistas que, aunque de forma aún incipiente van paso a paso haciéndose su hueco en el mundillo artístico.
Tan sólo un par de semanas atrás quienes acudieron a la Semana de Cine pudieron disfrutar, por segundo o tercer año consecutivo, de la intervención de un original maestro de ceremonias en las sesiones de inauguración y clausura. Nos referimos a José Bustos, un actor de raíces locales que se abre paso en Madrid de la misma forma que lo intentan, entre otros melillenses, Álvaro Puertas o Antonio Ferrer. En cuanto a la música se va conociendo ya la batuta del joven director de orquesta Enrique García Requena, que recientemente dirigió en el Teatro Kursaal de Melilla a la orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid y el pasado día 16 invitado por el director titular de la Banda Municipal de Granada, ofreció un exitoso concierto.
Los próximos días 30 y 31 dirige la obra teatral que se representa en el Kursaal, “Una de nosotras”. de la compañía foránea “Alejarlos”, la melillense Alejandra Nogales y si finalmente obtiene los apoyos necesarios, dirigirá el próximo otoño en Melilla su “ópera prima” cinematográfica “Las hijas de Marte”, Violeta Salama. Una película que contaría además con la participación de su pareja Pau Esteve, flamante ganador del Oscar a la Fotografía 2014.
Todo un elenco de jóvenes creativos de los que ojalá podamos sentirnos orgullosos los melillenses en un futuro a medio plazo.