Tiene 67 años, está a punto de cumplir 68, y hace 56 que no vive en Melilla, pero sigue mirando a esta ciudad como si hubiera desarrollado aquí más parte de su vida que solo la infancia. Francisco Sosa Wagner repite como cabeza de lista de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en las elecciones europeas, pero esta vez no lo hace como un desconocido. Los cinco años que ha ocupado un escaño en el Parlamento Europeo le impulsan en su nuevo intento de representar a la formación de Rosa Díez en Bruselas, esta vez con expectativas de no hacerlo en solitario como ha hecho desde 2009. Sosa Wagner analiza en esta entrevista con MELILLA HOY las elecciones que se celebran dentro de dos días.
– Vd. es el único cabeza de lista que ha venido a Melilla en esta campaña electoral, visita que también ha hecho a Ceuta. ¿Es un guiño a las dos ciudades autónomas, después de meses sufriendo una grave presión migratoria?
– No lo hago como guiño ninguno, sino porque en primer lugar estoy vinculado a estas ciudades, especialmente a Melilla, donde viví mi infancia hasta los 11 años. Me gusta mucho venir aquí y cuando me diseñaron la campaña tuve especial interés por venir a Ceuta y Melilla. Estoy encantado de estar aquí, y es verdad que están en el centro de la atención por un suceso luctuoso, pero eso sirve también para que las instituciones europeas se enteren de que estas ciudades son Europa y son la frontera con un mundo que no es Europa. Personas como yo en el Parlamento Europeo nos hemos encargado de que así fuera. Sucesos luctuosos como los ocurridos en las vallas contribuyen a realzar su importancia como frontera exterior.
– ¿Qué percepción tienen en el Parlamento Europeo de Melilla? ¿Son conscientes de que aquí está la frontera sur de Europa?
– Algunos nos esforzamos por hacerlo ver. Todo esto está muy ligado al tratamiento de la inmigración en el seno de la UE. Es un problema muy complejo y es difícil de aproximarse a él. Yo he contado por toda la península en mi recorrido electoral que para intentar resolver el problema hay que conjugar tres verbos distintos, que son ordenar, organizar e integrar. Ordenar quiere decir que a través de leyes europeas se establezcan las reglas generales sobre gestión de fronteras, política de visados y persecución de falsificación de visados, entre otras cosas. Organizar significa que las propias instituciones europeas convengan los flujos de la inmigración con los países de origen a través de los instrumentos de derecho internacional. El esfuerzo hay que hacerlo porque se asestaría un golpe importante a todos los grupos de delincuencia que trafican con personas desesperadas. Y en tercer lugar, integrar. Esto en una ciudad como Melilla se entiende bien. Quien viene aquí tiene que ser muy consciente de que hay que respetar sus leyes, la carta de derechos fundamentales y que aprendan el idioma. Si no es así, se crean guetos, lo cual es muy malo para la sociedad y para sus víctimas. Todo lo que los demócratas no hagamos por asimilar e integrar a los inmigrantes lo harán los xenófobos por expulsarlos y Europa no se puede permitir el lujo de no contar con los inmigrantes.
Estas ciudades deberían tener, y me voy a ocupar de que así sea, oficinas de Frontex. Eso sería muy bueno porque habría personal de la UE que vería el problema de cerca. Y además, es un símbolo de la UE que estarían aquí, eso contribuye a acercar Europa a estas dos ciudades. También debe facilitarse más dinero para este problema, pero esos fondos no deben ir al gobierno, sino directamente a las dos ciudades para que sus autoridades intenten arreglar este problema demencial de las fronteras.
– Si obtiene representación en el Parlamento Europeo, ¿piensa plantear alguna propuesta para intentar que los países del norte y del centro de Europa miren hacia esta frontera sur?
– En esta legislatura he planteado varias veces el tema de la frontera y no solo en el aspecto de la inmigración, sino también de los derechos humanos de los porteadores que acarrean bultos. Y he votado a favor de los fondos FEDER para Melilla, que han permitido mejorar infraestructuras como el Parque Hernández, donde yo jugaba con mi abuela de niño, por ejemplo. Pero hay que insistir más. La de la creación de Frontex quiero plantearla cuando empiece la nueva legislatura. Y cuando haya un debate en el Parlamento Europeo relacionado con estos temas, también lo haré como he hecho en este mandato. También pedí la frontera comercial, pero la Comisión Europea me ha respondido siempre diciendo que es un asunto que tiene que resolver el Gobierno de España. Y esto es lo que hay.
– ¿UPyD lleva alguna propuesta en su programa relativa a Melilla?
– Todos los asuntos que llevamos en el programa afectan al conjunto del país. Por ejemplo, cuando hablamos de empleo, hablamos de dos cosas fundamentales: la lucha contra el paro y el problema del envejecimiento de la población, que yo los califico como las dos bombas que están puestas en el corazón de Europa. Si no resolvemos esos problemas, el continente se hace trizas. Sobre todo, el sufrimiento de muchos ciudadanos, que es lo que más nos deben importar. Por eso defiendo políticas activas de empleo. El empleo está ligado a las inversiones productivas, no puede ser limosna a los ciudadanos. Las inversiones productivas vienen del particular que invierte o de la administración con fondos públicos. Europa ha mandado millones y millones a esta ciudad de fondos FEDER, que es creación de empleo. También hay que apostar por arañar fondos públicos para poner en marcha políticas de empleo en sectores que pueden producir mucho trabajo, como la investigación, las telecomunicaciones, los transportes, etc. Luego están los ámbitos nuevos de creación de empleo, como la economía verde, es decir, ahorro y eficiencia energética. Y otro sector de creación de empleo muy conectado al envejecimiento de la población es la atención a las personas mayores y discapacitadas. Ahí hay un deber de solidaridad con estas personas, pero también una fuente de creación de empleo.
– UPyD tiene muy buenas expectativas en las encuestas, igual que los partidos minoritarios. ¿Es esto un mensaje ciudadano de castigo hacia los grandes partidos?
– Lo veremos el domingo, pero creo que sería muy importante que los ciudadanos advirtieran que los partidos mayoritarios están tocados por escándalos de corrupción de una gravedad extraordinaria. No me asusto de la corrupción porque vivo en Europa y eso ocurre en todos los sitios, pero el grado de corrupción y el hecho de que estén incorporados a esas tramas de corrupción dos partidos mayoritarios de una manera absolutamente clamorosa, eso no es frecuente en ningún sitio. Como tampoco lo es la escasa capacidad de reacción frente a ellos. Esto merece una explicación serena, seria y responsable a la ciudadanía para que nos digan cómo hemos llegado a esto después de llevar ellos 30 ó 40 años gestionando los fondos públicos. Hacen falta partidos políticos como UPyD, que significan una pequeña ventana por la que se cuele un poco de aire. Los regímenes autoritarios, a diferencia de los democráticos, son rígidos y cerrados, mientras que los democráticos son una ventana abierta por la que entra de vez en cuando un poco de aire limpio para respirar. Ese papel puede hacerlo UPyD, y por eso sería importante que la ciudadanía respaldara con su voto estas opciones políticas jóvenes y minoritarias, que contribuiría a coger por las solapas a los partidos mayoritarios y decirles “hombre, no seáis tan corruptos”. Quien se abstenga el domingo está indultando claramente a los corruptos.
– ¿Por qué anima a los indecisos a votar a UPyD?
– Un poco por todo esto que estoy diciendo. Lo que decidimos en el Parlamento Europeo son cosas que afectan a su vida diaria y si no, que repasen por Internet los fondos FEDER que han llegado a Melilla y como se beneficia personalmente de esos fondos gracias al empleo que esas inversiones generan. Cuando alguien me dice que para qué votar en las elecciones europeas, yo respondo que es más probable que en las decisiones que yo colabore en el Parlamento Europeo los parados consigan un empleo que lo que pueda darles el alcalde de su ciudad.
