Los partidos locales y el Ayuntamiento expresaban su repulsa a las manifestaciones del diputado de la coalición de Izquierda Unida, Ramón Espasa, que había comparado la invasión iraquí de Kuwait y la presencia de Ceuta y Melilla en el norte de África. El ministro de Exteriores, Fernando Ordóñez salió en defensa de ambas ciudades e incluso IU desautorizaba a Espasa.
Duddú rompía su silencio y decía no apoyar la manifestación por iraquí prevista para el día 2, al tiempo que la A.V. La Bola también se desmarcaba de la convocatoria y el Partido Hispano Bereber hacía un último llamamiento para que los melillenses acudiesen a la movilización contra la guerra del Golfo.
