Tres brutales atentados terroristas, preparados con bombas adosadas a vehículos particulares, cuya autoría se atribuía a la banda terrorista Eta, conmocionaba Madrid. Un muerto y seis heridos, tres de ellos con graves mutilaciones, entre los que se encontraba una niña de 13 años, era el resultado de los atentados. La niña era Irene Villa, quién se convertiría en todo un símbolo de la lucha contra el terrorismo y de esfuerzo de superación.
Los alcaldes de Ceuta y Melilla anunciaban el inicio de una ronda de contactos con los portavoces de los distintos grupos parlamentarios en el Congreso, a excepción del PSOE porque aún no les había concretado fecha, para trasladarse las aspiraciones autonómicas de ambas ciudades.
