El nuevo Consejo Religioso Musulmán, que lideraba Mohamed Buyima, presentaba las nuevas oficinas y el vehículo del servicio funerario que la asociación pretendía ofrecer a la comunidad musulmana. Se trataba de la misma oficina que hizo saltar la polémica en la Mezquita de García Cabrelles, días antes. La división de los musulmanes seguía patente pero algunas asociaciones como la de Buyima, lograban ofrecer mejoras.
Además, miembros de UGT convocantes de la huelga de Caja Postal, con el secretario de organización, Alonso Díaz, a la cabeza, dijeron que estaban amenazados con la no renovación de sus contratos. Díaz demostró no tener pelos en la lengua. Convirtió al director de Caja Postal en su fijación y lo acusó de villano, esquirol y traidor.
