En la edición del 9 de junio, puesto que el 10 no salió periódico al ser lunes y no celebrarse competiciones deportivas, el diario recogía que el Gobierno central achacaba a una falta de coordinación entre el personal de operaciones portuarias de Melilla lo que provocó que el 31 de marzo 200 pasajeros quedaran abandonados en tierra por el buque de Trasmediterránea. El mal tiempo obligó a retirar la escala temporalmente, algo que se interpretó desde el buque como el fin de la operación, por lo que se inició la salida.
Alumnos del Leopoldo Queipo realizaban un completo viaje de estudios para promocionar Melilla que le llevaría por tierras peninsulares, francesas e italianas, gracias a la empresa Indalhorsa.