Según la Plataforma del 0,7, el Gobierno central sólo estudiaría una solución a su espera indeterminada en Melilla a aquellos inmigrantes centroafricanos que, habiendo entrado de forma irregular, contasen con algún tipo de documento. En ese momento eran 34 los inmigrantes que se encontraban en la ciudad a la espera de que se les tramitase sus peticiones de asilo o residencia legal en España, pero sólo 4 habían presentado documentación.
El delegado del Gobierno, Manuel Céspedes y el presidente de la Ciudad, Ignacio Velázquez, inauguraban el nuevo puente de Álvaro de Bazán que permitía tráfico rodado y peatonal.
El SUP zanjaba su enfrentamiento con el comisario, exigiendo su dimisión o cese.
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