Comenzaba el pistoletazo de salida para las elecciones municipales y autonómicas que se celebraban en mayo. En un ambiente festivo y eufórico, los partidos en liza cumplieron con la tradicional pegada de carteles como arranque de los quince días de campaña. Aquellas elecciones tenían un carácter especial para Melilla, que por primera vez elegía a los diputados locales que conformarían su primera asamblea autónoma.
El PP exigía el cese del director provincial del MEC, del PSOE, por violar la ley electoral al no dispensar de su trabajo a los docentes incluidos en la candidatura popular que participaban en la campaña.
Se inauguraba en la confluencia de las calles Castelar y López Moreno un conjunto escultórico dedicado al Modernismo melillense, obra de Juan Antonio Diago.
