La Asamblea vivió una sesión plenaria de gran tensión, en la que también hubo retos personales y amenazas contra Ignacio Velázquez, que a punto estuvo de ser expulsado por el vicepresidente Paz. El motivo fue la negativa del gobierno de Palacios a contestar las preguntas de la oposición, el incumplimiento de los compromisos sobre las convocatorias de sesiones de control y, sobre todo, del Debate sobre el Estado de la Ciudad. Por otra parte, Aomar Mohamedi Dudú recurrió al Defensor del Pueblo para informarle de los obstáculos que la Delegación del Gobierno y la Comisaría de Policía estaba poniendo a su intención de renovar su documentación como ciudadano español, que en ese momento estaba caducada. Asimismo, la Junta de Seguridad acordó estudiar qué hacer con las viviendas ilegales de la Cañada.