La Autoridad Portuaria anunciaba, por entonces, que a lo largo del año 2000 había preparado los cimientos para que el futuro del Puerto de Melilla alcanzara su máximo desarrollo y modernización. En este sentido, indicaba que Puertos del Estado había dado su visto bueno a los ambiciosos proyectos que la Autoridad Portuaria melillense le había presentado y que requerían una inversión de 6.900 millones de pesetas. Destacaba un parque acuático que pretendía crear de forma conjunta con la Ciudad Autónoma y que nunca se hizo.
Seis meses habían transcurrido desde que se anunciara que el Albergue de San Vicente de Paúl acogería también a mujeres indigentes. El compromiso de la Ciudad Autónoma era firmar un acuerdo de colaboración que todavía no se había rubricado.
