Ajenos al contraste que motivaba la complicada resolución del constante flujo migratorio que llegaba y llega a Melilla, entonces en mayor porcentaje procedente de Argelia, los niños del CETI, con la colaboración de distintas ONGs y el Imserso, festejaban las pascuas de Navidad y Ramadán. La fiesta fundía en un mismo conjunto a los dos mundos que se miraban entre sí pero no encuentran aún vías suficientes válidas para superar las barreras de miseria que los separa.
Los más de 42 litros recogidos en Melilla durante los últimos días convertían a diciembre en el más lluvioso de todo el año.
Noel Muñoz Rico se alzaba con el primer premio del Concurso de Cantautores organizado por primera vez en la ciudad a instancias de Festejos.
