El delegado del Gobierno, Arturo Esteban, ponía en conocimiento de Iberia lo "insostenible" de la situación del transporte aéreo de Melilla, según afirmaba el diputado Antonio Gutiérrez, para quien la solución al problema pasaba por la "inmediata adopción de medidas", tal cual se había comprometido la dirección del grupo, que, según insistía, solo tenía dos salidas: sustituir los aparatos o atemperar los horarios y la frecuencia.
En 2001 la Ciudad Autónoma tenía previsto iniciar la construcción de unas 800 viviendas sociales, en distintas promociones, gracias a la inversión de 2.200 millones aprobadas por el gobierno central. Pero sus iniciativas no quedaban en este punto, puesto que pretendía levantar unas 80 viviendas prefabricadas en el lugar que ocupaban los antiguos albergues Caracolas.
