Melilla había presentado en 1998 la tasa de criminalidad más alta de España, según los datos aportados por el Sindicato Unificado de la Policía y por el Instituto de Estudios de Seguridad y Policía. Si la tasa de criminalidad en España había sido del 46 por mil, en Melilla se disparaba hasta el 97 por mil, es decir, más del doble, con un delito que sobresalía, como el de los robos, seguido por sustracciones en vehículos, otros patrimonios, restos de delitos, y a mucha distancia, otros casos personales.
El Melilla desaprovechaba una gran oportunidad para consolidarse en las primeras posiciones. El Sevilla B levantaba la cabeza a costa de los melillenses (1-0), que fracasaron estrepitosamente. El equipo sevillano jugó más concentrado y con mayor fe.
