Dentro de un ambiente distendido y de satisfacción, los representantes de las AMPAS y el director provincial de Educación anunciaban la reanudación de unas negociaciones cordiales y encaminadas a facilitar la instauración de la jornada continuada en los centros escolares que así lo solicitasen.
El vicepresidente primero del gobierno Palacios, Juan José Imbroda, denunciaba la pasividad de los parlamentarios melillenses y su completa inhibición a la hora de exigir las mejoras que necesitaban los medios de comunicación con la Península.
Mientras la población de inmigrantes subsaharianos disminuía, aumentaba exponencialmente la de súbditos argelinos, que aumentaba en más de un centenar en tan sólo un fin de semana.
