La asociación ecologista, que rechaza la acusación del vicepresidente 1º de ser el “brazo político del PSOE”, apuesta en cambio por rehabilitar la actual Ciudad del Fútbol
La asociación ecologista Guelaya ha salido al paso de las recientes acusaciones que el vicepresidente primero y consejero de Fomento de la Ciudad Autónoma de Melilla, Miguel Marín, ha dirigido contra ellos tras las críticas del colectivo al anuncio de la construcción de cuatro campos de fútbol cerca del polígono del SEPES.
En primer lugar, Guelaya ha rechazado ser “el brazo político del PSOE”, tal y como denunció Marín, dejando claro que son una entidad ecologista que forma parte de Ecologistas en Acción, una federación social y ambiental presente en toda España “que trabaja siempre con independencia política y económica”.
Por otro lado, la entidad ecologista ha expresado “su oposición rotunda” al proyecto del Gobierno local de construir cuatro nuevos campos de fútbol “en una de las pocas zonas verdes que quedan en Melilla, y que además requiere expropiación de terrenos”.
En cambio, consideran “mucho más conveniente y racional” rehabilitar la actual Ciudad del Fútbol, donde el Gobierno de la Ciudad (PP) ya realizó “una sustanciosa inversión pública y que hoy se encuentra en estado de abandono”.
“Un auténtico disparate”
“En plena crisis climática, resulta un auténtico disparate perder más espacios verdes en una ciudad tan limitada en ellos como es Melilla”, subrayan, aseverando que denuncian las actuaciones “que dañan al medio ambiente *sin importar el color político de las administraciones competentes, ya sean locales o nacionales”. “Si en algún momento nuestras denuncias coinciden con las de otras entidades o partidos políticos, bienvenido sea: cuanta más conciencia haya, mejor”, apostillan.
Por último, han rebatido las acusaciones del dirigente popular de que permanecieron “callados durante cuatro años de Gobierno de CPM-PSOE ante auténticos atentados al medio ambiente”, como el Parque Lobera, la zona ZEC de Aguadú o la prórroga de más de 30 años a la planta de Endesa en la ciudad. Cuestiones que la asociación ecologista ha desmentido categóricamente.
