Por lo ocurrido en los últimos saltos a la valla, parece que la nueva estrategia de los inmigrantes para intentar llegar a Melilla es sorprender a las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes formando grupos reducidos y saltando de día.
Así, el salto a la valla de ayer se asemeja al anterior en el hecho de que tuvieron lugar a plena luz del día, cuando lo habitual es que los intentos de entrada irregular por la valla se produzcan de madrugada, ya que los inmigrantes buscan ayuda en la oscuridad de la noche para evitar ser detectados por agentes marroquíes y españoles.
Ambos también fueron protagonizados por grupos reducidos, una táctica cada vez más frecuente y que suele dar buen resultado a los inmigrantes, probablemente porque al ser pocas personas, son más difíciles de detectar por las fuerzas de seguridad.
Hay que recordar que el pasado 15 de julio se produjo un salto a la valla muy similar al de ayer. Ocurrió cuando cuatro inmigrantes de origen subsahariano lograron saltar el perímetro en la zona de la depuradora, y uno de ellos fue detenido por atentado a la autoridad tras morder a un guardia civil y lesionar a otro.
