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Grupo Sureste niega tener contacto con LISA Melilla y afirma que las instalaciones son de su propiedad

Edificio Grupo Sureste

Por: Miguel Rivas

Fuentes de la empresa aseguran que la propietaria actuaba “en paralelo” mientras era jefa de seguridad.

La empresa de seguridad relata que “descubrió casi por casualidad” que Fernanda Cruz era administradora principal de LISA Melilla mientras realizaba sus funciones como jefa de seguridad en Grupo Sureste. Una revelación que se dio, según la empresa, cuando se percata de que Cruz pasa a ser adjudicataria del centro de menores de ‘Rostrogordo’ sin comunicarlo a la empresa de seguridad. “Eso fue lo que enturbió la relación porque había un conflicto de intereses. No puedes ser la jefa de seguridad  y en paralelo estar haciendo esto”, argumentan.

Ni mantienen relación con LISA Melilla ni son “okupas”. Esta es la versión que relatan fuentes de la empresa del Grupo Sureste en respuesta a la denuncia que interpuso LISA Melilla contra la empresa de seguridad.

“Cuando Sureste gana el concurso en Melilla se llega a un acuerdo para utilizar esos locales como sede de dos sociedades que prestan servicios allí: Sureste Seguridad y Sureste Facility Services. Ese contrato se firma con Juan Antonio Cruz López, padre de Fernanda Cruz, en calidad de propietario y nosotros no sabíamos de la existencia de LISA Melilla ni por asomo”, explican.

La situación se torció recientemente

Según relatan, la situación se torció por el mes de mayo, cuando descubrieron “por causalidad” que Fernanda Cruz, que por aquel entonces era jefa de seguridad de Grupo Sureste con una “buena retribución”, era a la vez administradora y accionista mayoritaria de LISA Melilla. Este descubrimiento se produjo, según cuentan, cuando supieron que pasó a ser la adjudicataria del centro de menores de Rostrogordo y por los servicios que LISA Melilla tenía allí.

“No teníamos ni idea de que ella, en paralelo, administraba y era accionista mayoritaria de LISA Melilla, y ni mucho menos que se había presentado a esa adjudicación que se la han concedido en un centro donde Sureste presta servicios de seguridad”, desvelan desde la empresa, y confiesan que en “ningún momento” Cruz les comunicó este hecho y motivó su despido.

“Hubo un conflicto claro de intereses. No puedes ser la jefa de seguridad de Grupo Sureste y en paralelo estar haciendo esto por el otro lado. No es asumible desde el punto de vista ético de la empresa”, sostienen.

Denuncias

Con respecto a las denuncias de “desahucio por precario” y de apropiación indebida impuesta por Cruz ante Grupo Sureste, éste último lo niega rotundamente. “Ella está en su perfecto derecho de demandar lo que quiera. Por parte de la empresa si se tienen que emprender acciones legales se harán en los ámbitos que sean necesarios. Algo que la empresa valorará”, advierten, afirmando con rotundidad que no temen las acciones que Cruz pueda tomar contra ellos.

De Castro no entra a valorar la disputa

El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo De Castro, se negó a valorar las “historias ”entre el Grupo Sureste y LISA Melilla en relación a las acusaciones mutuas que mantienen ambas entidades. “Son empresas que se denuncian y la Ciudad lo que hace en base a esas denuncias es actuar, pero no puede controlar el que se denuncie o no. Si una empresa cree que otra ha hecho algo mal y lo denuncia está en su perfecto derecho y se actuará en consecuencia con ello”, explicó De Castro, asegurando que podría haber una “sanción” en el momento en el que haya un desahucio judicial, pero insiste en que la Administración no puede inmiscuirse en estos asuntos.

“Cuando se resuelva o haya un desahucio se tomarán las medidas sancionadoras desde el punto de vista administrativo que sean convenientes, adelantó el presidente, el cual, ante las preguntas de la prensa de por qué no se comprobó la licencia de apertura del local por parte de la Administración, aclaró que “cuando se abre un concurso y se presenta toda la documentación es cuando se empieza a revisar”. “Son cuestiones sobrevenidas que no te las esperas porque se entiende que la gente actúe de buena fe, y hay veces que nos ocurre esto, sobreviene algo que no se sabía, y es a partir de ese momento cuando se actúa porque la ley te lo permite”, confesó.

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Redacción

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