Seirín se ha apagado,pero en nuestra memoria siempre quedará vivo el recuerdo del trato exquisito que nos han dispensado en la UCI de neonatos del materno infantil del hospital "Carlos Haya de Málaga". Seirín ha perdido la batalla, pero nos reconforta saber que los profesionales siguen luchando con todas sus fuerzas para sacar adelante a todos los enfermos. Nos ha tocado vivir una dura experiencia, pero ha sido llevadera, gracias al consuelo y atención que nos han dado en el hospital. Agradecer la paciencia que tuvo el pediatra con nosotros a la hora de tomar una decisión. En una misma frase decíamos una cosa y su contraria. La tensión y la incertidumbre nos nublaban el entendimiento. Pese a todo, siempre hemos sido escuchados y comprendidos. El desenlace ha sido trágico, pero al tener lugar en los brazos de la madre y en Melilla ha sido más soportable. Nuestra gratitud y reconocimiento a los médicos y enfermeros por su humanidad y empatía. Con profesionales como el doctor Elías y el resto de pediatras que nos atendieron, el doctor Zabalas, que de tanto cuidar corazones, el suyo no le cabe en el pecho y enfermeros/as, como Paqui, Toñi y Antonio, no es de extrañar que España tenga uno de los mejores sistemas públicos de salud del mundo. Felicidades por el trabajo bien hecho y que sigáis creciendo en profesionalidad.
