De nuevo estamos en plena campaña electoral, con la preocupación por el voto por correo del 23 de julio como fondo.
El pasado domingo, según la encuesta de GAD3 que publicó el ABC, el PP ganaría en 43 provincias -además de Melilla y Ceuta- el PSOE solo en 5. El lunes, 10 de julio, se produjo el tan aireado cara a cara Feijóo-Sánchez, del que tanto ha hablado Atresmedia, la que consiguió hacerse con el único debate entre los dos líderes de los dos partidos con reales posibilidades de gobernar después del 23 de julio.
“Sánchez frena su ascenso (114 escaños); la derecha suma 181 escaños”(mayoría absoluta: 176), según GAD3, el lunes por la mañana. Por la noche fue el debate. Antes, una frase genial: “No sé yo si dos horas de debate bastarán para hacernos olvidar cinco años de Gobierno”, escribió y dibujó Ramón en su viñeta de ABC, el lunes.
Veo el debate y tomo notas. Sánchez interrumpió continuamente (ametralladora de interrupciones), con la ayuda de los “moderadores”, especialmente de su hooligan Ana Pastor. Economía, para empezar: ¿va la economía española como una moto? No. Empleo: 400.000 empleados públicos más en los cinco años de Gobierno de Sánchez (más deuda pública). No va la economía como una moto, una evidencia para todos, menos para la secta sanchista. Vivienda, ¿qué han hecho en 5 años, pregunta Feijóo? Respuesta de Sánchez: palabrería incesante, nada. Pensiones: panorama oscuro. Política social: la ley del sí es sí la utiliza Feijóo como un mazo contra el sudoroso Sánchez. Sigue interrumpiendo “el presidente”, a pesar de lo que le dicen los moderadores. Propuesta, demoledora, de Feijóo: firma un pacto para dejar gobernar al que gane las elecciones. Sánchez huye de eso, a pesar de que acababa de afirmar que va a ganar las elecciones. Ceuta, Melilla y los acuerdos desconocidos con Marruecos. Pactos: nuevamente el desafío de Feijoó -acordar dejar gobernar al que gane las elecciones- que Sánchez no quiere ni ver. Conclusión: más ventaja electoral para Feijóo, que, creo, conseguirá todavía más votos que los actualmente previstos, muchos de ellos procedentes de defraudados por Vox y Abascal.
Ayer, miércoles, dos días después del debate, GAD3, la empresa encuestadora que acertó en las últimas y recientes elecciones autonómicas y locales, pronosticaba un aumento en la intención del voto al PP: “Sánchez pierde cuatro escaños en las horas siguientes al debate. El PSOE se queda en 109 diputados, mientras Feijóo recupera dos (153) y ya le aventaja en 44”, era la portada del ABC de ayer. Hasta El País reconoció ayer, aunque con evidente desgana, que Feijóo ganó a Sánchez
Miserias humanas
En su habitual página 4 de los domingos nuestro colaborador Gonzalo Fernández escribió el domingo pasado un impresionante artículo: “De astrofísica y de miserias humanas”. El espacio y el tiempo no son constantes inamovibles, como podríamos creer en nuestro infinitamente limitado mundo, dice Gonzalo. Definir “el infinito” en términos que todos podamos comprender en nuestro planeta Tierra -que es solo “una partícula de un tamaño cósmicamente ínfimo”- es tarea fundamental. La miseria humana “causada por muchos de los que en todo el mundo hacen de la política su profesión y entregan su alma al diablo”, es lo que debemos tratar de, al menos, minimizar, luchando contra “la privación o disminución de la libertades a los que nos someten -muchos políticos- aunque predican lo contrario”. Conviene leer o releer “Fausto”, la gran obra teatral de Goethe. Mephistópheles (un espíritu maligno), al que entrega su alma el doctor Fausto, como hacen tantos políticos (miserias humanas)
Posdata
Pasaje de “La aventura de pensar”, de Fernando Savater: “fatuidad criminal de los revolucionarios, que no quieren ayudar a los pobres sino acabar con la idea de pobreza”.
