La Confederación Española de Policía (CEP) se refirió a este incidente en la frontera expresando su condena y repulsa “a la actitud agresiva que mantienen determinados conductores dedicados al comercio atípico”. Sobre este atropello en concreto, aseguró que fue “intencionado con plan de huida hacia Marruecos” y a modo de venganza contra el agente.
La CEP informó de que el atropello se produjo “porque el conductor del ciclomotor fue retornado por no cumplir los requisitos de entrada en varios ocasiones y este se tomó la justicia a su manera”, arrollando al agente de la Unidad de Intervención Policial (UIP), que se encontraba prestando servicio de seguridad con un arma larga.
“Podríamos estar hablando de una tragedia mayor”
Según la CEP, el funcionario de la UIP “fue alcanzado de lleno por el ciclomotor y remontado por el aire, desplazándolo a un metro aproximadamente de su posición inicial, sufriendo golpes en varias zonas del cuerpo”. “Afortunadamente el arma larga no se accionó, podíamos estar hablando de una tragedia mayor”, aseveró la organización sindical.
A su juicio, “este tipo de conductas de conductores kamikazes empleadas por conductores del comercio atípico, deben ser también condenadas por la administración”, a la que instó a adoptar medidas de seguridad “para salvaguardar la vida y la integridad física de los policías que trabajan en las fronteras de Melilla”.
“Los policías no pueden trabajar sin elementos protección y estar expuestos a merced de cualquier conductor con actitudes delictivas que atenten con su vehículo, utilizándolo para atropellar a los agentes, para luego salir corriendo hacia Marruecos”, dejó claro la CEP.
Por ello, solicitó que se trabaje desde los estamentos políticos para reforzar la colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad marroquíes y el poder judicial. “Acciones de este tipo tienen que resolverse in situ y no pueden quedar impunes a la vista de los poderes públicos”, aseveró.
