Devoluciones de Amazon
Por si alguien no lo sabe (algo que parece muy poco probable) Amazon, creada por Jeff Bezos en 1994, es una corporación estadounidense de comercio electrónico y servicios de computación en la nube a todos los niveles con sede en la ciudad de Seattle, Washington. Su lema es: From A to Z (traducido al español: «De la A a la Z»). Es una de las primeras grandes compañías en vender bienes a través de Internet. Es la marca de venta al por menor más valiosa del mundo según el índice Brand. Sus ingresos anuales en el año 2022 fueron de 514.000 millones de USD (dólares) y da empleo a 1.541.000 personas en el mundo.
Amazon, de momento, sigue trabajando en España (en Melilla, dadas las pésimas condiciones aduaneras, burocráticas y de transporte, no opera), pero, dado el trato que da Pinocho Sánchez y su gobierno a las grandes empresas (impuestos crecientes, bocados a sus beneficios, subidas de cotizaciones, criminalización de los empresarios, etc.), no se descarta, si se mantiene el actual gobierno comunista (ya no podemos llamarlo social-comunista porque su deriva a la izquierda radical es cada vez más acentuada), que se pudiera plantear, como otras muchas empresas, dejar de operar en nuestro país.
Pese a nuestro pésimo gobierno nacional, surgen buenas ideas, por ejemplo: A partir de la compra de los lotes de devoluciones de Amazon ha surgido un nuevo modelo de negocio.
The Good Packets es una nueva tienda, con sede en Burgos, pero que tiene también su tienda online, que está teniendo un éxito arrollador de ventas en España vendiendo, a precios muy bajos, las (muchas) devoluciones de Amazon y de otras muchas tiendas.
Javier Hernando (el dueño de The Good Packets) comenzó comprando un tráiler de productos devueltos cada diez días, a hacerse con tres cada semana tras abrir su tienda de Burgos. En la actualidad cuenta con un almacén con más de 8.000 productos físicos, una tienda online y presencia en todas las plataformas de venta.
Con iniciativas como esta se demuestra que en España hay mucha gente que quiere emprender y que tiene aptitudes y actitud para ello. Pero es vital que se apoye (también en Melilla) de manera clara a los empresarios y emprendedores (ahora ocurre todo lo contrario), que son los que crean trabajo e inician un proceso de creación de riqueza (algo que no se da en el sector público, que debería tener una función limitada a gestionar servicios esenciales y al control de los abusos del mercado) que permite la subsistencia, entre otras cosas, de la sanidad o las pensiones.
Mentiras ocultas del gobierno
El Gobierno ha admitido recientemente que negocia con Marruecos el traspaso de la gestión del espacio aéreo del Sáhara.
Desde hace décadas, el espacio aéreo del Sáhara se gestiona, tal y como establece la ONU, desde las Islas Canarias[u1]
En una respuesta parlamentaria a preguntas del senador canario Fernando Clavijo, el Ejecutivo admitió, por escrito, que «las conversaciones con Marruecos en este ámbito se han iniciado”.
El gobierno afirmó que las conversaciones con Marruecos a este respecto «se circunscriben a la gestión de los espacios aéreos y la coordinación entre ambas partes en aras de conseguir mayor seguridad en las conexiones y cooperación técnica”.
Afirman desde el gobierno que la negociación es «en cumplimiento del punto 7 de la Declaración Conjunta del 7 de abril», conocida como hoja de ruta de la nueva relación entre España y Marruecos, que se produjo en 2022, en la que se acordó que «se iniciarán conversaciones sobre la gestión de los espacios aéreos».
El senador canario también preguntó si este asunto se abordó en la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada entre los gobiernos de España y Marruecos a principios de febrero en Rabat. El silencio ha sido la respuesta de Moncloa.
Más mentiras, más medias verdades, más concesiones a cambio de nada…. Ceder frente a un vecino de menor entidad (lo que hace, sospechosamente, Pinocho Sánchez con mucha frecuencia con Marruecos) está mal, pero mucho peor es ceder terreno (ahora es el espacio aéreo del Sáhara, mañana pueden ser Ceuta y Melilla…) a cambio de nada. España, con Sánchez, es un Goliat venido a menos al que tumba un pequeño David con el lanzamiento de una bolita de papel. ¡Para llorar!
