El director del centro penitenciario de Melilla, Francisco Rebollo, afirmó ayer, en el acto institucional con motivo de la celebración de la festividad de la Virgen de la Merced, que la conflictividad es mínima en la prisión de la ciudad, en la que conviven 280 reclusos, diez por encima de la capacidad, y ello es fruto del trabajo del personal de la institución. Señaló que el perfil del recluso melillense es el de un hombre entre 25 y 35 años que ha sido condenado por delitos relacionados con la salud pública y los derechos de las personas. Manifestó que los mayores de 35 años son los que por lo general tienen un mayor índice de reinserción, un 80% del total, mientras que los jóvenes menores de 35 años, son los que suelen reincidir por lo general. Según explicó Francisco Rebollo, director del centro penitenciario melillense, en los actos de conmemoración la celebración de Nuestra Señora de la Mercede, patrona de Instituciones Penitenciarias desde hace 77 años, la conflictividad es mínima en un recinto que alberga a 280 internos aunque su ocupación es de 270. Aún así, "hay espacio suficiente, las necesidades están bien atendidas y estamos en un buen momento", e incluso "el número es ajustado pero funciona".
Por lo demás, señaló Francisco Rebollo que el centro penitenciario melillense es un edificio "antiguo en el que se deterioran cosas", por lo que se llevan a cabo distintas obras de mejora cada año.
Formación
Apuntó que la oferta formativa y educativa del centro es amplia y variada, como lo demuestra el que se imparten al año talleres de carpintería, pintura y fontanería, a los que sumar la acción del Ministerio de Educación con sus distintos niveles educativos a disposición de los reclusos, y las acciones que promueven las asociaciones que colaboran con la institución, como la Federación de Fútbol con los cursos de árbitros o los talleres de costura para internas del Voluntariado Cristiano de Prisiones.
Destacó del funcionamiento del centro el éxito del módulo de respeto que cuenta con la participación de 62 internos y que "prácticamente se gestiona sólo". Allí acuden, de forma voluntaria, reclusos no conflictivos. Otro módulo especial es el de mujeres, que cuenta actualmente con 9 mujeres y aunque está preparado para ello, no se incluyen niños en estos momentos.
La reinserción, el objetivo
Manifestó Francisco Rebollo que el objetivo de la institución es contribuir a la reinserción social de los internos y que en Melilla por lo general, "consiguen integrarse los que tienen más de 35 años, aunque un 20% no lo logra". Los jóvenes, "los menores de 35 años son los que sí suelen reincidir". El perfil de los internos responde al de un hombre de entre 25 y 35 años, con una codena por delitos contra la salud pública o contra los derechos de los ciudadanos, que suelen ser los más frecuentes.
En cuanto a la festividad de Nuestra Señora de la Merced, indicó que los internos han disfrutado estos días de actividades lúdicas, torneos y competiciones, así como de conciertos musicales, buscando que se sientan parte de la sociedad. Según dijo, los encuentros deportivos generan "una rivalidad sana entre los internos de los distintos módulos, interesados por ganar".
