Fueron muchas anécdotas y datos desconocidos para la mayoría de los aficionados a la historia de Melilla y su entorno los que aportó en la tarde de ayer Carlos Esquembri, miembro de la Asociación de Estudios Melillenses, que preside Benito Gallardo. El escritor que presentó su último libro, “Carlos Echeguren y el republicanismo en Melilla”, el pasado mayo de 2013, expuso sus amplios conocimientos sobre la historia de la antigua localidad de Cazaza. De nuevo, un grupo de interesados en temas de naturaleza histórica se reunió en la sala de armas del Almacén de San Juan, sede de la Asociación de Estudios Melillenses para escuchar y disfrutar de la charla de Carlos Esquembri Hinojos.
Cazaza, ciudad comercial
El escritor, se remontó a los orígenes de Cazaza que tuvo una reconocida importancia en la Edad Media como ciudad comercial. De hecho, llegó a ser el principal puerto comercial de la Corona de Aragón en Marruecos, donde llegaban las galeras de Florencia y Venecia, tal como reflejan todos los documentos recuperados de la época, de los marinos del Mediterráneo.
Posteriormente, el esplendor de Cazaza comenzó a decaer con la guerra de Granada ya que en su última etapa, los Reyes Católicos decidieron cortar el comercio con el Norte de África para que no le llegaran refuerzos a los granadinos.
El conferenciante comentó que fue en Cazaza donde desembarcó el rey Boabdil cuando partió de su exilio de Granada hacia el reino de Fez, allá por el año 1493. Cazaza fue ciudad española tras su conquista por las tropas de Medina Sidonia, lo que conllevo la creación del marquesado de Caza, que actualmente ostenta Iñigo Ramírez de Haro, cuñado de la política Esperanza Aguirre y fue ya en 1.533 cuando Cazaza fue reconquistada por los marroquíes y ya desapareció la ciudad.
