Entrevista a Enrique Alcoba, presidente de la CEME
El actual presidente de la Confederación de Empresarios Melillense (CEME) se sienta con MELILLA HOY para hacer un repaso de la actual coyuntura económica en la ciudad y sus principales retos y desafíos ahora que se presenta a la reelección como máximo responsable de la entidad.
– ¿Qué balance hace de estos últimos cuatro años como presidente de la CEME?
– Llevo 24 años en la CEME por ser presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (ACOME), y me presento a la elección cuando entiendo el momento oportuno. De estos 24 años que llevo en la CEME, 20 como vicepresidente y 4 como presidente, han sido sin duda los más difíciles, en los que lo hemos tenido todo en contra y por causas diferentes y totalmente ajenas a la CEME o a los empresarios concretos.
Estos cuatro años nos lo hemos pasado escuchando desde el presidente del Gobierno hasta el ministro de Asuntos Exteriores, pasando por las diferentes reuniones con la delegada del Gobierno, a las pruebas (en la aduana), que lo vimos como un insulto y una falta de respeto a los empresarios porque, con una aduana comercial que llevaba 70 años abierta , que se hagan unas pruebas cuando han habido miles de expediciones, tanto de exportación como de importación.
Nos encontramos con el covid-19 en estos últimos cuatro años, con las respectivas restricciones horarias, con las empresas cerradas durante dos meses, etc. Yo creo que nos ha pasado casi de todo.
Cuando en mayo de 2022 se reabre la frontera, nos encontramos con que el régimen de viajeros lo permite Marruecos en una dirección. Solicitamos varias reuniones a la Delegación del Gobierno, insistimos a través de la CEOE, nos reunimos las Confederaciones de Empresarios de Ceuta y Melilla, tenemos el apoyo de la Confederación de Empresarios de Andalucía y demás para intentar que esto sea recíproco en las dos direcciones.
Seguimos escuchando a la delegada del Gobierno y al ministro de Asuntos Exteriores que sigue la hoja de ruta y que hay buenas relaciones. Pero buenas relaciones hay con respecto a España y Marruecos comercialmente, pero en contra de los intereses de Ceuta y Melilla, que sigue todo cerrado, tanto la aduana como el régimen de viajeros.
Y para culminar este tema nos encontramos con que sale el Real Decreto 1/2023 y luego el 660/2023 en el que dice que nos quitan la bonificación que llevamos 20 años disfrutando tanto en Ceuta como en Melilla para bonificarnos las cuotas patronales de la Seguridad Social.
Con este escenario totalmente ajeno a nosotros intentamos a ver de qué forma solucionar algún tema, pero vemos que se nos va haciendo eterno. Tenemos la promesa de la delegada del Gobierno, que me llamó personalmente el 28 de febrero y nos dijo públicamente que el Gobierno iba a volver al sistema anterior de la bonificación a la Seguridad Social, tenemos constancia de que en el Comité Ejecutivo del SEPE a nivel nacional, en el que están CEOE, UGT y CCOO, tienen la idea de volver al sistema anterior y están buscando la fórmula, cómo aplicarla y la fecha.
Y con este panorama lo tenemos todo pendiente de que vuelva esa normalidad que todos queremos, y ya no es que consigamos metas y objetivos nuevos, sino que, como mínimo, estemos igual que como estábamos antes de la pandemia de volver a esa situación de normalidad para que tengamos las herramientas suficientes los empresarios y comerciantes para poder seguir trabajando.
Por lo tanto, nos hemos quedado un poco en medio de la nada, entre España y Marruecos, donde nos han limitado todos los potenciales clientes.
– ¿Qué os ha resultado más difícil durante estos últimos cuatro años: la dura situación económica de Melilla o las promesas incumplidas?
– Van las dos cosas unidas. Hay que tener en cuenta que después de la pandemia todas las ciudades han vuelto a la situación anterior y han mejorado en tema de empleo, turismo, de empresas… Casi todas las comunidades han avanzado y han dejado atrás lo que ha ocasionado la pandemia. En Melilla nos hemos quedado estancados porque nos han limitado las ventas, los posibles clientes, el poder vender a Marruecos, etc. Estamos muy limitados y, de toda la vida, hemos vivido de cara a Marruecos y que puedan venir aquí sus ciudadanos a comprar lo que estimen conveniente, y los de Melilla a comprar a Marruecos. Lo razonable es que pudiéramos traer los áridos, las frutas, verduras y pescado como se ha hecho siempre (desde Marruecos), documentalmente, para que no tenga un coste adicional como tiene ahora mismo.
Las promesas incumplidas o que no llegan nos agotan también. Como CEME hemos tenido la responsabilidad más que suficiente, toda la paciencia habida y por haber aguantando todas estas promesas incumplidas y todo esto que nos han venido diciendo desde hace dos o tres años, y por eso tuvimos que hacer la manifestación que hicimos, porque no llegan las promesas. Quiero confiar en que el tema de la bonificación llegue más pronto que tarde, y que el Gobierno de España tiene que exigir a Marruecos que el régimen de viajeros sea en las dos direcciones y recíproco y, si no hiciera caso, lo tiene que solicitar en Europa, porque Marruecos tiene acuerdos con Europa, siendo el país que más se beneficia de todo el mundo. Marruecos tiene unos beneficios con Europa que se tienen que aprovechar, y España tiene que exigirle a Europa que ésta, a su vez, exija a Marruecos que cumpla su normativa. Lo que no puede ser es que dejen pasar prácticamente todo a los vehículos que vienen de la OPE y que luego un coche de Melilla lleve una caja de galletas y se la quiten. Esto no tiene explicación ni razón ninguna, y por eso decimos que el único culpable es el Gobierno de España que no le exige al Gobierno de Marruecos que se cumpla en las dos direcciones el régimen de viajeros.
– ¿Qué cree que hay detrás?
– Creo que España siempre tiene muchos complejos con Marruecos. Siempre intenta no molestar a Marruecos, siempre pierde negociando con Marruecos… Y llega un momento en el que tenemos que dar un puñetazo en la mesa y ser un gobierno lo suficientemente sensato, fuerte y defender los intereses del país. En este caso, España no está defendiendo los intereses de Ceuta y Melilla como corresponde, porque nos está afectando económicamente. Todos sabemos que el juego de Marruecos es intentar asfixiar económicamente a Ceuta y Melilla. Nosotros podemos seguir subsistiendo en el sentido de que, aunque nos corten todo esto venderemos menos, pero podremos subsistir muchas empresas. El problema es que, en Marruecos, los que se dedicaban a comprar la mercancía aquí o vivían de Ceuta o Melilla, pues no tienen otra alternativa, porque en Marruecos no hay las ayudas que hay aquí en España cuando cierra una empresa o un trabajador se va al paro.
Esperemos que todo esto se solucione lo antes posible.
– ¿Le ve futuro a la ciudad?
– Claro, tengo que ser optimista. Obviamente ha cambiado el escenario, hemos vivido unos años muy buenos en los 80´s cuando había una gran población militar, juras de banderas cada tres o cuatro meses, cuando venían familiares a comprar a Melilla… Desde los 90´s hasta los 2000 hemos vendido muchísima mercancía a Marruecos. Por lo que hemos tenido una situación económica bastante boyante.
Ha cambiado el escenario al igual que ha cambiado el mundo. Lo que nos ha pasado a nosotros ha pasado también en muchas zonas y todo va cambiando, pero tengo que ser optimista sí o sí. No tengo más remedio. Y espero que esta ciudad tenga un futuro de una forma o de otra.
“Me veo en la obligación de intentar poner mi granito de arena para solucionar todos estos problemas que tenemos”
– ¿Qué estrategia pensáis realizar desde la CEME para hacerle ver a Delegación y al Gobierno central de que cumpla con la máxima celeridad sus promesas?
– De momento, presentarme a la nueva candidatura de la CEME, que son otros cuatro años en los nuevos estatutos, que se modificaron hace unos años y solamente está permitido (ser presidente) ocho años en total. El presentarme de nuevo es por intentar no dejar todo esto sin solucionar y poner nuestro granito de arena para, con el equipo que me acompaña y todas las asociaciones y entidades que están en la CEME, mejorar la economía, buscarle un futuro a esta ciudad y, lógicamente, intentar volver a la situación anterior a la pandemia y solucionar todos estos temas que tenemos pendientes. Ese es mi reto ahora mismo. Intentar volver a esa normalidad que he explicado anteriormente y buscar nuevas alternativas, nichos de mercado y apoyar al Gobierno (de la Ciudad Autónoma) en asuntos como el de turismo, universidad, temas tecnológicos, etc., y que tengamos todo un mejor futuro.
– ¿Le costó dar el paso para presentarse a la reelección?
– Hace unos siete u ocho meses le comuniqué a dos miembros del Comité Ejecutivo de mi confianza que yo iba a terminar estos cuatro años y no me iba a presentar (a la reelección). Han pasado estos meses y me veo en la obligación de intentar poner mi granito de arena para solucionar todos estos problemas que tenemos, y como me he encontrado el apoyo mayoritario de la Junta Directiva, entiendo que debo de dar el paso de seguir e intentar buscar lo mejor para esta ciudad, que es a lo que nosotros nos debemos también, que es ser leal al presidente de la Ciudad y a la delegada del Gobierno para que estén en cada momento como instituciones principales de la ciudad. Ni somos competencia ni enemigos de nadie. Intentamos trabajar de la mano y en la misma línea que nuestras autoridades. Lógicamente, cuando hay una cosa que no está bien o que entendemos que es perjudicial, como el de la bonificación a la Seguridad Social, pues le tenemos que decir a la delegada del Gobierno de que no estamos de acuerdo y que tenemos que volver a la situación anterior.