España desarrollará dos nuevos portaviones que podrán llevar aviones a chorro, helicópteros y tropas de asalto anfibio

Barco portaviones LHD de la Armada española en el mar

La Armada española presentó un plan para fortalecer su capacidad operativa con la construcción de dos nuevos buques de asalto anfibio LHD. Estos navíos mejorarán la proyección de fuerza del país ante crecientes tensiones internacionales.

 

Con el objetivo de consolidar su posición como potencia naval de referencia en el ámbito internacional, la Armada española presentó, a finales de enero, un ambicioso plan para fortalecer su capacidad operativa.

El plan incluye la construcción de dos nuevos buques de asalto anfibio tipo LHD (Landing Helicopter Dock).

Los nuevos navíos, similares al actual Juan Carlos I, están diseñados para transportar aviones de combate, helicópteros y tropas de asalto, lo que permitirá a España mejorar significativamente su operatividad en misiones de defensa y proyección de fuerza.

Características de los nuevos buques de asalto anfibio LHD

Los futuros buques, con un desplazamiento aproximado de 30.000 toneladas, contarán con una cubierta de vuelo diseñada para la operación de aviones de despegue corto y aterrizaje vertical, como el F-35B, así como diversos tipos de helicópteros.

Estarán equipados con un dique inundable que permitirá el despliegue de lanchas de desembarco y aerodeslizadores, lo que facilitará operaciones anfibias y la proyección de fuerzas en múltiples escenarios.

La construcción de estos LHD se va a llevar a cabo en los astilleros de Navantia, probablemente en Ferrol, aprovechando la experiencia adquirida con el Juan Carlos I y las exportaciones de este diseño a países como Australia y Turquía.

Se prevé que las obras comiencen en 2028 y que los buques entren en servicio en la próxima década, contribuyendo así a la modernización de la flota naval.

Contexto estratégico

La decisión de expandir la flota con la incorporación de estos dos nuevos buques responde a la imperiosa necesidad de mantener y potenciar la capacidad de proyección estratégica de España, especialmente en un contexto geopolítico caracterizado por crecientes tensiones internacionales.

La parada técnica del buque Juan Carlos I, el único buque de estas características en la Armada, para la sustitución del sistema de propulsión, deja a la flota sin una plataforma de estas capacidades durante un periodo significativo.

Otros países europeos, como Italia y Francia, están realizando inversiones sustanciales en la modernización y expansión de sus flotas de portaviones y buques anfibios, lo que obliga a que España, para no quedarse rezagada, tenga la necesidad de acometer esta inversión estratégica.

 

 

 

 

 

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