Equo asegura que no comprende cómo la oposición apoya la propuesta del PP de incinerar la basura. Según sostiene la formación ecologista, esta técnica es cara, destruye puestos de trabajo, contamina y, además, condena a posibles problemas de salud a los vecinos del barrio del Monte María Cristina. Equo afirmaba estar “perplejo” por el apoyo de los partidos de la oposición a la propuesta del PP de “seguir quemando los residuos”. A través de un comunicado de prensa, la formación ecologista sostenía que se trata de una práctica que “destruye puestos de trabajo, es costosa, contamina y, además, condena con posibles problemas de salud a un barrio con grandes carencias sociales”, refiriéndose al del Monte María Cristina. En este sentido, subrayaba el partido que, con esta práctica, Melilla demuestra estar “a la cola” de Europa en materia medioambiental.
Por su parte, afirmaba que no creía que se recurriera a esta técnica para cumplir la legislación europea, como apunta la Ciudad. En este sentido, señalaba que los responsables de Melilla “incumplen la mayoría de los principios de esa legislación, que se basa sobre todo en la minimización, prevención, reciclaje y la reutilización”. Apuntaba a modo de ejemplo que Melilla es “la única ciudad europea” que carece de contenedor amarillo.
Recogida puerta a puerta
La formación ecologista sostenía en el comunicado que, desde su partido, se apuesta por implantar la recogida ‘puerta a puerta’ eliminando los sucios contenedores de las calles y recogiendo los residuos en dos fracciones: orgánica e inorgánica. “La orgánica se compostaría en una planta de diferentes tipos de semielaborados de vidrio, plástico, papel, etc”, explicaba, para luego pasar a los cauces de comercialización de la Península. Además, aseguraba que así se potenciarían otras recogidas especiales, con bombillas, o pilas, entre otros materiales.
Según Equo, este sistema ayudaría a crear hasta 350 puestos de trabajo directos, por lo que se fomentaría un nuevo motor en Melilla que terminaría por potenciar la economía.
