En pie de igualdad

Las discriminaciones, sean positivas o negativas, provocan una indignación social lógica y, de hecho ya se han visto reacciones en este sentido cuando se ha tomado alguna medida de este tipo, como es el caso del curso de formación sobre energías renovables, que está dirigido a residentes en los distritos IV y V Los barrios periféricos es uno de los temas que suelen provocar un tira y afloja entre los dos principales partidos de la Asamblea. PP y CpM, que abarcan entre los dos más del 80% de la representación parlamentaria de Melilla, no coinciden en sus puntos de vista respecto a la atención que hay que prestar a las zonas más deprimidas de Melilla. Esta semana se ha vuelto a comprobar durante la aprobación de los Presupuestos para el año 2015, en los que CpM reclamaba más atención y una discriminación positiva hacia aquellos que menos tienen. Según el líder de la oposición, Mustafa Aberchán, la Ciudad Autónoma debería perdonar las tasas de agua y basuras a aquellas familias con menos recursos, estableciendo como límite de ingresos dos veces el Salario Mínimo Interprofesional, es decir, cerca de 1.300 euros. Teniendo en cuenta que no son pocos los mileuristas que viven en España en general, y en Melilla en particular, lo que pide CpM no es precisamente moco de pavo y podría causar una importante pérdida de recaudación, lo que redunda especialmente en la prestación de servicios a la ciudadanía en general. Ello, sin contar con el efecto derroche y ausencia de cuidado que suele provocar todo lo que es gratis, como ya se ha podido ver con muchos ejemplos hasta ahora.

De momento esta actuación no es algo que tenga contemplado hacer el Gobierno, ya que el PP apuesta por gestionar en igualdad de condiciones para toda la ciudadanía, aunque sin dejar de prestar atención a las familias con más necesidades a través de políticas sociales, para las que se ha incrementado el esfuerzo en dos tercios en sólo un año. Las discriminaciones, sean positivas o negativas, provocan una indignación social lógica y, de hecho ya se han visto reacciones en este sentido cuando se ha tomado alguna medida de este tipo, como es el caso del curso de formación sobre energías renovables, que está dirigido a residentes en los distritos IV y V. Parados melillenses que viven en otros barrios, posiblemente con tanta necesidad como los ciudadanos a los que están dirigidos esos cursos, se han quejado públicamente y con razón de esa mayor atención hacia un determinado colectivo. De ahí la necesidad de que la gestión pública se base en la igualdad para todos los ciudadanos, ya que lo contrario no hace sino facilitar un descontento creciente que puede terminar explotando cual olla a presión.

Ayer Imbroda hacía hincapié en esa aspiración a la igualdad enumerando las obras que se han hecho y que se han planificado para un futuro a corto y medio plazo para mejorar las infraestructuras de los barrios periféricos, un objetivo en el que lleva años trabajando y que poco a poco está consiguiendo reparar los años e incluso décadas de olvido que han sufrido esas zonas deprimidas con gobiernos de todos los colores políticos, incluidos los que exigen más atención hasta el punto de llegar a la discriminación.

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