Fernando:
Hoy se repite en el calendario por primera vez desde tu partida hace cinco años la coincidencia en lunes de la fatídica fecha de tu silente e inesperada marcha en pleno puente de la Constitución y la Purísima.
La vida desde entonces no ha cambiado precisamente parar mejor. No te imaginarías nunca que todos íbamos a ir andando por ahí con mascarillas y amenazados por un enemigo invisible que ha empeorado más nuestro mundo.
Por aquí, todos los que te quisimos te seguimos echando mucho de menos, pero queremos recordarte con tu enorme sentido del humor, tu sentido práctico de la vida y tu fortaleza para encararla con esperanza.
Con eso intento quedarme a diario y aunque este lunes, por ser 7 de diciembre, sea especialmente duro para mí, echo la vista en torno a nuestra casa y me reconforto sabiendo que siempre estarás conmigo.
Un beso, Mi Amor, de mi parte y de tantos como te quisieron y te seguimos queriendo.
Irene Flores
