En la pasada jornada, el Guadalcacín cosechó su decimoprimera victoria consecutiva, superando por 7-4 al Monachil. Las jerezanas siguen con su racha inmaculada, con once triunfos de once posibles. Todavía les queda lejos la marca que cosechó la UCAM, hace dos temporadas, que no cedió ningún punto hasta la jornada 17ª. Aunque desde el club pedáneo siguen con el discurso de partido a partido, no se descarta que se propongan alcanzar una meta que ya serían palabras mayores. En tierras granadinas, el Cádiz consiguió tres puntos muy valiosos, ante un Loja que está intentando despegar. Las de Kiko Oliva hicieron un partido práctico y, aunque su juego no resulta tan vistoso como el de años anteriores, ahí siguen al acecho del primer puesto, con el cuchillo entre los dientes, esperando a que las vecinas del Guadalcacín empiecen a pinchar.
El Almagro volvió a la carga y atrás quedaron los dos tropiezos frente al Estudiantes y el Cádiz. Haber conseguido los seis últimos puntos en juego le ha vuelto a situar en el tercer escalón del cajón, esta vez apabullando a sus vecinas del Malagón. Las colistas, por su parte, siguen sin encontrar el camino para puntuar. La temporada pasada, a estas alturas, el Cefo, que acabó descendiendo, ya había cosechado al menos una victoria.
El Atlético Torcal viajó a Melilla con el firme propósito de no dejarse sorprender por el Torreblanca. Sin embargo, entre una cosa y otra, las de las de Pepe Andújar cortaron la racha de las malagueñas y dan un saltito de calidad en su lucha por la permanencia, situándose, por méritos propios, en el pelotón de mitad de tabla.
En el derbi murciano, el Hispania cumplió con el guion esperado y venció, en Yecla, al Alcantarilla. Las locales están sufriendo el mal endémico que sufre este grupo, que es llevar la irregularidad por bandera. No se recuerda un año de tanta igualdad y con tantas sorpresas, que ya no lo son tanto.
El Estudiantes está viviendo la situación inversa al Almagro. De parecer que estaba para subirse al segundo escalón del podio a, tras dos derrotas, hundirse en la medianía. Esta vez resultó claramente derrotado ante un Roldán B que, poco a poco, va escalando posiciones.
El Vícar no se dejó sorprender por La Garrovilla. Las extremeñas no tienen el nivel ni las tablas de las almerienses, pero no dejan de ser un equipo incómodo que dará la sorpresa a todo aquél que ose infravalorarlo. Tienen bastante claro cuál es su lucha en este campeonato, ir partido a partido, luchando cada balón, cada minuto y cosechar, puntito a puntito, el derecho de seguir un año más en la categoría de plata del fútbol sala femenino español.
En Córdoba, el Cajasur y el San Juan Bosco disputaron un encuentro que servía para poner tierra de por medio con la zona de descenso. La contienda fue muy igualada, y se acabó decidiendo por pequeños detalles. Con el 2-1, las mineras metieron el miedo en el cuerpo de las cajistas. Sin embargo, en los últimos segundos, las de Pablo García cerraron un marcador que, si hubiese acabado en tablas, no habría sorprendido a ninguno de los asistentes al feudo cordobés.
Una jornada más y sigue la tónica dominante. Un Guadalcacín excelso, un Cádiz práctico, doce equipos quitándose puntos a diestro y siniestro, y otros dos que están acumulando muchas papeletas para retornar a la categoría autonómica. Éste es el resumen del primer tercio de un campeonato en el que todavía queda mucha tela que cortar y en el que la palabra “sorpresa” se está devaluando jornada a jornada.
