Me gustaría agradecer a los miembro de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de la Guardia Civil, por la labor que a diario desempeñan en el Paso fronterizo del Barrio Chino y que la mayoría de melillenses desconocen y no ven por su ubicación retirada del casco urbano, que por sus propios meritos, tenacidad, paciencia y nervios de acero, han sabido encauzar uno de los problemas mas complicados y conflictivos que tenían con los porteadores con la entrada de mercancías hacia el Barrio Chino por la frontera a nuestro vecino país de Marruecos. Agradecer la idea y el ingenio de todo este esquema a uno de sus miembros en especial por el enfoque dado a una estrategia de salida de mercancías con los mismos porteadores que al principio se negaban a respetar sin que haya acontecimientos tan trágicos como la perdida de la vida de una mujer que intentaba entrar hacia Melilla por ese lugar, el caos y las constantes avalanchas que se formaban en dicha frontera al carecer de un control de entrada que los mismos porteadores se negaban a respetar y las Fuerzas de seguridad de la Guardia Civil se las veían a diario en esa situación con el volumen de mercancías y sin control y que siempre salían perjudicados los más indefensos, los mayores y las mujeres, al no poder competir con los más jóvenes.
La estrategia consistía en concienciar a todos, para que todos hagan de su parte, surgiendo así los gorrillas que actualmente colaboran con las Fuerzas de Seguridad tanto para ayudar a las Fuerzas de Seguridad marroquíes cuando así lo requiera la situación, como para la salida de mercancía y ordenar a la gente para posteriormente sacar la mercancía por ese control fronterizo, siendo gracias a todo esto lo que ha mejorado considerablemente la fluidez tanto de personas como de mercancías, haciendo en falta tan solo colocar unas vallas más elevadas y que separe a hombres y mujeres para que no se produzcan atropellos entre ellos.
Y quiero agradecer a uno de los Guardias Civiles que a diario se encuentra desempeñando sus servicios en ese lugar, y Sin beneficio propio más que cumplir y hacer que todo salga bien, y que a veces ha tenido que colaborar con sus propios medios a los más desfavorecidos para que se puedan tratar y curar. Esa persona, Hoy en día todos los porteadores lo admiran y respetan por su humanidad, humildad y por el trato hacia ellos, siempre con respeto, cuando hay cualquier problema entre porteadores siempre acuden a el para que medie entre ellos.
Personalmente pienso que hay personas que Dios pone entre nosotros para que aprendamos de ellas, sepamos conocernos a nosotros mismos con el ejemplo de sus acciones, valores y trato hacia los demás, para que sepamos encontrar el núcleo mas personal de nosotros mismos, de nuestro ser…La inteligencia y el corazón.
Un saludo de un melillense.
