A Nuestra Señora de la Victoria, Patrona Coronada y Alcaldesa Perpetua de la Valerosa, Humanitaria y muy Caritativa Ciudad de Melilla
Hoy Señora, uno de tus hijos, un hombre de Bien, un hombre de Fe, glosará todas tus grandezas. Estoy segura que los buenos sentimientos que guarda en su corazón mariano, brotarán con su verbo pausado y deleitarán al público asistente a la presentación del cartel anunciador de los actos programados en tu honor.
Tu mejor que nadie, como buena Madre, nos conoces a todos y sabes de la espiritualidad de Carlos, de Don Carlos Rubiales Morales y digo bien “Don” porque es un señor de los pies a la cabeza, pero sobre todo una excelente persona, amigo de sus amigos y un cristiano con todas las letras.
¡Que buena gente ¿verdad?! En él todo es atención, dulzura y saber estar. Gracias a su trabajo y al de un gran equipo formado por personal de Televisión Melilla cada Semana Santa tenemos en nuestros hogares “Cruz de Guía” y la retransmisión de la Misa Solemne en tu Honor así como tu procesionar por las calles de Melilla, tu Pueblo, que te quiere, te venera y de adora.
No escatima esfuerzos para que a cada hogar melillense y también para los que están fuera de la ciudad, llegue lo mejor de cada evento religioso. Entrevista, pregunta, corre buscando dónde está la imagen más impactante, siempre con el respaldo técnico. Él vive las procesiones de otra forma para que los demás podamos disfrutarlas. ¡Esa es la generosidad de Carlos!
Por circunstancias personales no puedo estar presente en el acto de esta tarde noche melillense en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea. Marco incomparable para hablar de Nuestra Patrona, pero si que estará mi corazón, porque allí donde esté Ella, allí donde se hable de María Santísima de la Victoria, de alguna forma quien escribe estas humildes líneas, hará acto de presencia, espiritualmente hablando.
Animo a los melillenses a acudir a este evento en honor a su Patrona, a la Madre siempre expectante y pendiente de todos nosotros. Ella nos pide poco y a cambio ¡cuánto recibimos cada día!
¡Amigo Carlos! Abre ese corazón tan grande que tienes y deja que salga tanto Amor Mariano como albergas dentro. Seguro que cada una de tus palabras calará muy hondo ante el público que asista a tu disertación.
Este año vas a tener una espectadora de excepción quien no dudes que te aplaudirá desde el Cielo demostrándote el cariño que siempre te tuvo y al que tu le correspondiste con creces.
¡Querido Carlos! Gracias por aceptar tamaña empresa como es la que hoy te espera pero sobre todo por ser como eres y por tu cariño y generosidad sin límites.
Dios te ha premiado con una familia maravillosa y con un DON especial, el de la comunicación. ¡Gracias y mil veces gracias por todo lo que he recibido de ti y los tuyos en los momentos más duros de mi vida!
¡VIVA LA VIRGEN DE LA VICTORIA!
