Durante el transcurso de estos días he escuchado con bastante regularidad la opinión generalizada de que los ciudadanos tenemos la opinión acerca del empresariado español como un verdadero antipatriota, e incluso a muchos de ellos se les tilda de inhumanos. En mi opinión, Debemos mirarnos a nosotros mismos antes de decir estas cosas ya que ningún ciudadano necesita tener una empresa para generar empleo. El hombre es una empresa en sí mismo. Una empresa que compra materia y energía para producir más tarde lo mismo. Excepto los niños y jubilados, quienes consumen sin producir. Pero en general, el sistema productivo en todos los países del mundo podría resumirse básicamente en un enorme círculo.
Por eso, mirando las cosas desde esta óptica, si en vez de comprar los productos a ciegas, miramos y nos aseguramos bien de que lo que compramos está hecho en España, nos daríamos cuenta de que no hace falta tener una fábrica para saber que estamos creando empleo en nuestro país.
Creo que deberíamos exigir a los comercios y encargarles este tipo de productos de fabricación nacional, y con ello no me refiero a las patentes, ya que el mercado libre favorece los precios al consumidor.
Si tenemos en cuenta estas premisas, también sería ilusionante para nuestros trabajadores el que pusieran todo su empeño en la manufactura de los productos que produzcan en su trabajo diario para no defraudar al consumidor, ya que sería en potencia un ciudadano de su propio país lo mismo que él.
El sistema actual nos está metiendo por los ojos un consumismo innecesario de productos extranjeros que dificultan el que nos realicemos como personas y creo que lo que tenemos que hacer, ya que nuestro sistema constitucional nos lo permite, es consumir menos, pero lo que consumamos que sean productos hechos en nuestro país, ya que con ello saldríamos ganando todos.
