“Si se cambia el lugar de la eucaristía, estoy convencido de que nuestros gobernantes lo han hecho de la mejor manera posible o porque no les ha quedado más motivo, y si lo han hecho, pues lo han tenido que hacer, pero no penséis nunca que es que quieren alterar las costumbres y las tradiciones”.
Con esta frase, el vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, ha querido zanjar la polémica que ha surgido este fin de semana acerca del cambio de ubicación para la celebración de la misa rociera, que se ha celebrado este domingo en la Iglesia del Sagrado Corazón.
Todo empezó cuando la Congregación de la Virgen de la Victoria emitió un comunicado en el que dejó claro que el cambio de ubicación de la misa, que tradicionalmente se ha celebrado en la Plaza de Toros, fue una decisión adoptada “exclusivamente” por el área de Festejos, organismo del que aseguraron que no recibieron explicaciones “ni información alguna sobre las razones de dicho cambio”, que entienden que haya podido generar “confusión e incertidumbre entre los fieles”, decidiendo mantenerse al margen de la decisión tomada por dicha área.
“Si no puede ser, no puede ser”
En su alocución, el vicario ha evitado entrar en la polémica respetando la decisión adoptada por el Ejecutivo local y ha apelado al “corazón de toda la comunidad cristiana y creyente que está hoy (el domingo) unida”.
“No penséis que he venido a cambiar nada de Melilla. Nada. Ya llevo aquí seis años y creo que todo el mundo sabe que potencio todo lo bueno y lo mejor”, ha aseverado.
Asimismo, “y con lágrimas en los ojos mirando a la virgen”, ha pedido que “nunca digáis que los curas de Melilla somos unos pusilánimes” a la hora de tomar decisiones.
“Si no puede ser no puede ser, y tenemos que apelar al corazón. Absolutamente todos”, ha instado. “Todos hubiésemos deseado otro marco, pero si las cosas son así no vamos a buscarle ninguno los tres pies al gato”.
“No rompamos la convivencia que nos caracteriza”
Durante su alocución, el vicario episcopal ha solicitado a que “nunca digamos que los cristianos y curas de Melilla no defendemos los suficiente los espacios públicos para confesarnos”.
“No rompamos la convivencia que nos caracteriza. No rompamos la armonía entre las religiones. No rompamos lo mejor que tenemos”, ha recalcado Resa, quien ha saludado “con afecto” a las principales autoridades políticas, militares y civiles que han asistido a la celebración de la misa rociera, entre ellos al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda; a la delegada del Gobierno, Sabrina Moh; al comandante general de Melilla, Luis Cortés Delgado, y a todas y cada una de las cofradías y hermandades de la ciudad, entre ellas la Congregación de Nuestra Señora la Virgen de la Victoria.
A la misa rociera han acudido también los Miss y Míster Melilla junto con los caballeros y damas de honor, así como los senadores y diputados nacionales y representantes de partidos políticos de la oposición.