Los Bomberos tuvieron que intervenir ayer de madrugada para sofocar las llamadas que arrasaron, literalmente, con dos contenedores de residuos ubicados en zonas diferentes, pero próximas entre sí. En concreto, uno estaba en la calle Tadino de Martinengo, en Reina Regente, y el otro en la calle Vía Láctea, en la Cañada de Hidum. Según informaron ayer fuentes del Servicio de Extinción y Prevención de Incendios y Salvamento (SEIPS), ambas intervenciones tuvieron lugar ayer de madrugada, y se saldaron sin más contratiempo gracias al trabajo de dos bomberos desplazados en cada una con una Bomba Nodriza Pesada (BNP). Lo más probable es que sea fruto del vandalismo, como ocurre en prácticamente el 100% de estos sucesos. Una lacra que supone un enorme gasto para las arcas públicas, ya que la Consejería de Medio Ambiente paga entre 600 y 1.000 euros por cada uno de ellos, en función del tipo de contenedor que se haya visto afectado.
El año pasado, los Bomberos actuaron en 269 incendios de contenedores, una cifra que se mantiene prácticamente invariable respecto a otros años anteriores. Lo habitual es que los Bomberos tengan cada dos días actuaciones de este tipo. En ocasiones, incluso se han ido encontrando una ruta de contenedores quemados, en función del itinerario que ha seguido el autor del fuego, lo que a veces ha permitido dar con él y detenerlo.