La declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) en las líneas aéreas de Melilla con Granada, Almería y Sevilla es, en palabras del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, “imprescindible”. El dirigente melillense así lo expone al ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, en la carta que le envió el pasado 21 de marzo, en la que le “ruega” que haga “lo necesario” para conseguir esa OSP, cuyo visto bueno debe darlo la Unión Europea. Imbroda reclama al ministro esa OSP con una serie de “condiciones específicas” en cuestión de tarifas, frecuencias y plazas disponibles.
Respecto a la frecuencia de estas líneas si fueran declaradas OSP, Imbroda reclama una diaria de ida y vuelta para las líneas de Granada y Almería, con capacidad mínima de 24.500 asientos en cada sentido al cabo del año, y tres frecuencias semanales para la de Sevilla, concretamente los lunes, miércoles y viernes, con capacidad de 10.500 asientos anuales en cada sentido.
El presidente melillense señala que la capacidad mínima en las tres líneas está calculada para un módulo de avión de 68 plazas, dado que las características y ubicación del aeropuerto de la ciudad “reducen considerablemente el tipo de aeronaves que pueden operar en él, fundamentalmente turbo-hélices”.
Sobre las tarifas máximas solicitadas, Imbroda pide que sea de 80 euros en las líneas de Granada y Almería, y 100 para Sevilla. A los residentes en Melilla se les aplicaría el 50% de bonificación sobre estas tarifas máximas, sobre las que las compañías podrán establecer libremente tarifas promocionales con descuentos.
Según expone Imbroda, los costes están calculados “siempre y cuando no se obligue a dedicar un avión completo a cada ruta”, ya que “en caso contrario, los costes aumentarían”.
Las razones
Entre las razones que Imbroda esgrime para decir que la declaración de estas rutas es “imprescindible”, se encuentra el “retroceso” que han sufrido las comunicaciones aéreas de Melilla tras la supresión de las líneas de Granada y Almería el pasado mes de enero, y la de Sevilla hace unos años. En el caso de las dos primeras, queda como alternativa el barco, con “las incomodidades que frecuentemente supone la navegación por el mar de Alborán”, lo que implica “ una disminución de la calidad y eficiencia con respecto a la ruta aérea”.
Además, Imbroda recuerda en su escrito que en el caso de Granada, “la comunicación alternativa es más complicada” porque la línea marítima de Granada no es OSP y “su continuidad estará siempre sometida a meras decisiones empresariales”. La ruta de Granada, apunta Imbroda, es importante no sólo por la Universidad, sino también porque es la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla (TSJA).
Respecto a Sevilla, dijo que las “especiales relaciones” de Melilla con Andalucía “necesitan de una comunicación directa con su capital”, lo que facilitaría la conexión de Melilla con las provincias andaluzas occidentales.
