El River Melilla C.F. trabaja a contrarreloj para contratar antes del próximo sábado a un entrenador para que pueda dirigir al equipo en la localidad granadina de Maracena, después de haber cesado el pasado lunes a Said Hamad como máximo responsable del banquillo melillense. Nabil Hamed Mohamed, presidente del club, avanzó que «estamos buscando a una persona que se comprometa de verdad, que sea seria y y acepte las condiciones que le propone el club desde un primer momento, respetando la base del equipo». Entre los candidatos suenan los nombres de Alejandro Ramos, Fernando Aznar y Felipe Sánchez. El dirigente del club melillense indicó que en estos momentos no podría adelantar un nombre en concreto «porque mentiría y no hay nada cerrado», pero el que más «nos interese lo firmaremos y para entonces lo pondremos en conocimiento de los medios de comunicación».
«Lo principal es no volver a equivocarnos, pues lo que nos ha pasado ha sido una cosa un poco extraordinaria. El hecho de cambiar dos entrenadores en tan poco tiempo no es nada normal, pero nos ha tocado así e intentaremos no cometer los mismos errores», aseguró.
El dirigente blanquinegro añadió que «estamos trabajando para tener ya a un entrenador para el próximo sábado, estamos en contacto con varios técnicos y vamos a ver qué soluciona se adopta», aunque aclaró que está descartada la opción de recuperar de nuevo a Paco Valiente, «ya que no entra dentro de nuestros esquemas».
Por otro lado, avanzó que existe la posibilidad también de firmar a un técnico foráneo, «aunque está un poco complicada por el hecho de que tiene que venir a Melilla y adaptarse en tan poco tiempo es difícil, pero no está descartado».
Por último, no quiso profundizar sobre las declaraciones del cesado Said Hamad. «Prefiero ignorarlas porque este hombre parece que habla desde su frustración y no quiero entrar en ningún tipo de debate ni de tertulia con él, pues no me merece la pena. Directamente hablé con él con toda la confianza, pero sinceramente ha hecho un poco lo que le ha dado la gana. Habían cosas que no se podían permitir», concluyó Nabil Hamed Mohamed.
