Desde que el 28 de mayo se produjera la última entrada masiva de inmigrantes por la valla, Melilla mantiene un considerable refuerzo de efectivos de agentes antidisturbios, tanto de la Guardia Civil como del Cuerpo Nacional de Policía, formado por más de 300 agentes. De momento, este despliegue permanecerá invariable “hasta que la amenaza no haya disminuido intensamente” porque el Ministerio del Interior considera la vigilancia del perímetro como “una prioridad”, según afirmó ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, en declaraciones a Onda Cero. El Barkani dijo ser consciente de que la presencia de estos 180 efectivos especializados del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil y 150 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía es también muy necesaria en otros puntos del país. Sin embargo, de momento no se moverán de Melilla porque “el Ministerio del Interior ha pensado que es una prioridad y en ello estamos”.
“No creo que pueda ser de otra manera. En estos momentos hay una enorme presión y deben cumplir con su obligación”, explicó el delegado del Gobierno tras apuntar que la intención del Gobierno es que el dispositivo de seguridad que se está llevando a cabo actualmente para hacer frente a los intentos de entrada de inmigrantes “esté el tiempo que sea necesario”.
Además, avanzó que gran parte de los agentes reforzarán al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), lo que puede ser una pista de que la alerta de entradas, una vez reforzado el perímetro con la instalación de la malla antitrepa, puede trasladarse a la frontera marítima este verano.
Respecto a la instalación del sistema antiintrusión en el perímetro fronterizo, El Barkani destacó que hace un par de semanas se terminó toda la valla externa, además en un “tiempo récord”, desde que el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, anunció el 28 de mayo que se agilizarían los trabajos. Ahora queda por completar la valla más próxima a Melilla, tras lo cual se continuará “con todo lo que estaba previsto”, que es la construcción de tres torretas de vigilancia para la Guardia Civil, anunciadas también por el ministro del Interior en su visita a Melilla el 6 de marzo.
Para el delegado del Gobierno, la malla antitrepa “ha surtido efecto” como se pudo ver en el último intento de entrada, el sábado de madrugada, en el que mil inmigrantes trataron de entrar a Melilla y ninguno lo consiguió. Pero también señaló a la buena coordinación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, fundamentalmente la Guardia Civil, y la colaboración de las fuerzas auxiliares marroquíes, que “alertados de la posibilidad de un salto inminente se pusieron manos a la obra y fueron capaces de contener” al grueso de inmigrantes.
Según El Barkani, la malla antitrepa está cumpliendo el objetivo de ser un método disuasorio y pasivo, habida cuenta que solo cinco de los mil inmigrantes lograron saltar la primera valla, ya que se quedaron en el entretallado y Marruecos se hizo cargo de ellos finalmente.
