El PSOE ha acusado al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla de “dar la espalda” a los vecinos de La Cañada por votar en contra de una moción que registraron en la Asamblea para mejorar y adecentar el barrio, una de las zonas “más castigadas de Melilla, cuyos vecinos llevan años reclamando actuaciones básicas de limpieza, mantenimiento y seguridad sin obtener respuesta”.
El diputado socialista Riduan Moh criticó que, durante la última Comisión de Fomento, el diputado y titular del área, Miguel Marín (PP) justificó el voto en contra asegurando que “ya se están llevando a cabo planes y proyectos” en la zona. Un justificación que no convenció al dirigente socialista porque dice que esas promesas “se repiten desde hace años sin que se materialicen en mejoras reales para los vecinos de La Cañada”. “La realidad es que los proyectos nunca llegan, y los problemas siguen estando exactamente en el mismo sitio”, ha lamentado.
Abandono
Los socialistas denuncian que el barrio continúa sumido en una situación “de abandono que afecta directamente a la calidad de vida de sus residentes”. Así, denuncian que las calles “permanecen sucias, el mobiliario urbano está deteriorado y la falta de mantenimiento es evidente en cada rincón”.
“Paseamos por sus calles y los propios vecinos nos cuentan que la suciedad ya no se puede soportar. Hay contenedores rotos, farolas que no funcionan y barandillas en mal estado. Mientras tanto, el señor Marín sigue echando balones fuera y vendiendo humo”, ha criticado Moh con dureza, que acusa al número dos del Ejecutivo local de “no pasear” por el barrio, ni conversar con sus vecinos ni escuchar lo que viven día a día”. “Si lo hiciera, sabría que estamos hablando de un barrio que se siente olvidado y abandonado por completo por la administración”, apostilla.
El diputado socialista ha asegurado que lo que pide el partido con dicha moción son “condiciones dignas para las personas que viven en la Cañada como las que tiene cualquier otro melillense”, como limpieza, iluminación, seguridad y accesibilidad, entre otros.
“No podemos resignarnos a que existan melillenses de primera y de segunda. Todos merecen vivir en entornos limpios, seguros y cuidados. No hay excusa posible para seguir ignorando a un barrio entero”, subraya, lamentando la “falta de sensibilidad y compromiso” del Gobierno de la Ciudad Autónoma con los barrios periféricos.
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