Los damnificados por el terremoto de 6.3 grados que sacudió Melilla el pasado 25 de enero empezarán a “ver los frutos” del protocolo de ayudas dentro de un par de semanas, según los cálculos del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda. Un día después de haber firmado el acuerdo con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, Imbroda consideró que es “muy buena noticia” para la ciudad porque no se queda en la “simpleza de un protocolo firmado con buena intención, sino que va mucho más allá” al recoger ayudas financieras para cubrir los daños, exenciones fiscales para los damnificados y un trato preferente a Melilla por parte del Estado para agilizar las actuaciones que estaban previstas para este año. Imbroda destacó, además, que este protocolo atiende las singularidades de Melilla y las peticiones que se han formulado desde aquí. En este sentido, avanzó que la Ciudad Autónoma de Melilla gestionará directamente las ayudas del Estado para paliar los daños provocados por el terremoto para dar una mayor agilidad a su tramitación.
En rueda de prensa, el presidente melillense explicó que en la segunda semana de marzo, el Gobierno dará luz verde a una orden para transferir esta competencia en la gestión de las ayudas por el terremoto, cumpliendo así uno de los objetivos de la Ciudad Autónoma.
Imbroda justificó la postura de la Ciudad Autónoma al recordar que esta institución tiene más medios que el Gobierno central para poder gestionar estas ayudas de una manera más cercana al administrado, evitando así que se “eternice” el procedimiento para los damnificados.
Para ello, aclaró que la Ciudad Autónoma no creará una oficina específica, sino que los diferentes organismos de esta administración pública se encargarán de desarrollar cada uno su actuación como hasta ahora.
Exención del IBI
El hecho de que Melilla sea un ente autonómico ha facilitado que su Gobierno pueda administrar las ayudas estatales, subrayó Imbroda, en cuya opinión el protocolo que firmó anteayer con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas es “muy buena noticia para la ciudad”.
No en vano, además de las ayudas financieras por valor de 11,9 millones de euros para cubrir los daños causados por el terremoto, Imbroda destacó especialmente que el protocolo recoja beneficios fiscales para los damnificados, como la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) en unas condiciones que aún hay que determinar. Este aspecto del protocolo será “más lento” porque el próximo Gobierno tendrá que legislar sobre esta cuestión, si bien Imbroda lo dio por seguro por estar recogido en un protocolo aprobado por el Consejo de Ministros.
También subrayó que gracias al protocolo, se va a agilizar la tramitación de actuaciones que ya estaban previstas para este año para Melilla en los Presupuestos Generales del Estado, como es el caso de los convenios para compensar el sobrecoste del suministro de agua, la atención a menores extranjeros no acompañados y la financiación autonómica.
Para Imbroda, es un convenio “muy completo” que permitirá que la Tesorería de la Ciudad Autónoma tenga “un incremento espectacular” a corto plazo y, además, ha logrado evitar algunas cláusulas del Real Decreto 307/2005 que impedían atender a las singularidades de Melilla, lo que habría dejado desatendido a un sector de damnificados.
“No es solamente la simpleza de un protocolo firmado con buena intención, sino que va mucho más allá porque suaviza el Real Decreto 307/2005 y nos permite otro instrumento más ágil, flexible y rápido”, apuntó Imbroda, convencido de que dentro de dos semanas empezarán a “verse los frutos” de este acuerdo entre ambas administraciones.
Montoro, amigo de Melilla
Según Imbroda, ha quedado claro que Cristóbal Montoro, “sigue siendo amigo de Melilla” por su “predisposición encomiable” con todos los asuntos relacionados con Melilla, e indicó su deseo de que el ministro en funciones se desplace a la ciudad en un par de semanas para firmar el acuerdo para ceder la gestión de las ayudas a la Ciudad Autónoma.
