Con la visita al Palacio de la Asamblea concluyó ayer el último encuentro de trabajo de los cuatro socios transnacionales de Alemania, Italia, Noruega y Melilla que han venido participando en los últimos dos años en un proyecto del programa Comenius que ha coordinado el IES Rusadir bajo el título de "Immigration and Young European Students: a Project on integration, cooperation and coexistence". En Melilla, afirman los profesores que la experiencia ha resultado enriquecedora para los alumnos, dado que han podido humanizar el drama de la inmigración interactuando con migrantes acogidos en el CETI. La delegación de alumnos y profesores europeos, junto con representantes del IES Rusadir, visitó ayer el Palacio de la Asamblea y fueron recibidos en el Salón Dorado por la vicepresidenta Cristina Rivas, que aplaudió lo acertado del proyecto y que deseó a los expedicionarios que se lleven la mejor de las imágenes y recuerdos de esta ciudad ejemplo de convivencia entre culturas.
Valoraciones
El director provincial de Educación, José Manuel Calzado, explicó que con esta recepción finalizaba la última de las actividades previstas del proyecto "Immigration and Young European Students: a Project on integration, cooperation and coexistence" que ha apadrinad de nuevo el IES Rusadir y que ha contado con socios transnacionales de Alemania, Italia y Noruega. El objetivo, que los alumnos conocieran el fenómeno de la inmigración, cómo afecta a la ciudadanía europea y qué soluciones y propuestas aportarían los jóvenes. Este programa, que ha permitido el intercambio online y de forma presencial de actividades y experiencias, se ha venido desarrollando desde 2013 con apoyo económico de Europa.
Las conclusiones del Comenius se colgarán de forma telemática para que puedan ser consultadas. Indicó Calzado que los profesores europeos han tenido gran interés en volver a visitar Melilla, como ha ocurrido, porque "les ha sorprendido la ciudad", ya que han roto estereotipos "y la falsa imagen que se tiene" de ella. "Se sorprenden gratamente de lo que es Melilla, sus gentes y cómo se convive de forma tan especial".
Este proyecto ha estado coordinado en Melilla por la profesora Noelia Gámez del departamento de Inglés del IES Rusadir. Según dijo, el programa ha tenido una doble vertiente, por un lado el trabajo real y físico que se ha hecho en cada centro (tanto local como de los socios europeos) y un segundo basado en las visitas. Estos desplazamientos enriquecen a los estudiantes porque conocen a jóvenes de otros países y a los propios profesores, porque les permite contrastar sistemas educativos diferentes. En el caso concreto de este Comenius, la idea era buscar humanizar la inmigración de cara a incentivar su integración.
Experiencia
Afirmó que el programa ha permitido a los alumnos melillenses conocer una realidad de la ciudad en la que viven que desconocían. "Nunca habían entrado en el CETI y tuvieron la oportunidad de ir a la enfermería, el comedor, la escuela, hablar con los inmigrantes, tocar a los niños y entregarles regalos. Salieron muy tocados de la experiencia. También vinieron varias mujeres del CETI a hacer un taller de trenzas y mientras las hacían, algunas nos contaron sus experiencias. A muchas de ellas en la misma cara se les veía por lo que habían pasado. Todas estas vivencias un poco duras, que han ayudado a nuestros jóvenes a madurar. Ha sido una forma de humanizar la inmigración y que no lo vean como algo lejano", explicó la docente.
El objetivo de los socios es que las conclusiones, experiencias y aportaciones del proyecto tengan la máxima difusión. Todo ello se volcará en una plataforma europea para que pueda ser consultada en el futuro. Además el trabajo se presentará a un concurso de buenas prácticas que de resultar ganador se incluiría en una publicación como uno de los mejores proyectos que se han desarrollado en Europa.
