“Esa es la debilidad que tiene el Gobierno de Sánchez respecto a nuestra frontera”, ha denunciado Juan José Imbroda, que deja claro que, con esta decisión, “manda Marruecos” y niega que sea por la OPE
El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha denunciado que el Reino de Marruecos ha cerrado de nuevo la aduana comercial, reabierta de forma parcial a principios de año tras varias expediciones comerciales, “hasta nueva orden”.
“Marruecos manda en las relaciones con España en la frontera de Melilla y Ceuta”, ha afirmado con contundencia, recordando que el país magrebí la cerró unilateralmente el 1 de agosto de 2018, poco más de un mes después de convertirse Pedro Sánchez en presidente del Gobierno.
Imbroda ha rechazado en este sentido que la Operación Paso del Estrecho (OPE) sirva como excusa para justificar el cierre, ya que considera que “pueden coexistir perfectamente”.
“Se pone un carril para que los traílers y los grandes camiones pasen y ya está”, resume, insistiendo en que “la han cerrado porque la han cerrado”.“Esa es la debilidad que tiene España y el Gobierno de Sánchez con respecto a nosotros y a nuestra frontera”, ha resumido, tachando de “cuento” la reapertura de la aduana comercial que se produjo a principios de año.
Ante esta situación, el presidente melillense ha insistido en su idea de “mirar al norte” para impulsar el desarrollo socioeconómico de Melilla.
“Nos está costando Dios y ayuda pero lo estamos haciendo. Nos está costando porque no tenemos un gobierno que nos apoye, lo tenemos que hacer por nuestros propios medios”, ha lamentado.
“No hago bandera de la aduana”
“Hacían bandera de la aduana comercial y tampoco, pero yo no hago bandera de la aduana comercial”, apunta Imbroda, que insiste en “mirar al norte sin machacar al sur”. Por ello, reitera en que se aplique Schengen “para todos los que pasen por la aduana” tal y como se aplica en el resto de Europa.
Y, además, que se aplique de forma recíproca el tránsito de mercancías en régimen de viajeros. “Eso sí hay que trabajarlo. Y si no, cerrarlo”, dice contundente. “Eso sí interesa al pequeño comerciante”, apostilla, comprometiéndose a que se recupere dicho régimen de viajeros o, “que todos seamos iguales”