El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, alabó ayer la efectividad de la malla antitrepa instalada por el Ministerio del Interior en el perímetro fronterizo que separa Melilla de Marruecos para evitar la inmigración irregular, ya que dificulta el intento de salto de una manera “nada agresiva”. Este sistema antiintrusión, junto con la colaboración de Marruecos, fue una de las claves para que el pasado sábado no pudieran entrar a Melilla alrededor de mil inmigrantes que protagonizaron un intento de entrada masiva a la ciudad. A preguntas de los periodistas, Imbroda recordó que el sistema que había instalado anteriormente en la valla, basado en unos flejes que coronaban la alambrada para evitar la escalada de los inmigrantes, “servía como una especie de trampolín” a quienes intentaban entrar de manera irregular a Melilla.
Aquel sistema, instalado por el Gobierno de Zapatero para sustituir la concertina que coronaba la valla de Melilla, “estaba mal” en opinión de Imbroda, de ahí que ahora se haya eliminado y se haya instalado en su lugar la malla antitrepa para aminorar el tamaño de los agujeros del perímetro fronterizo, de modo que sea imposible introducir los dedos.
Para Imbroda, este sistema “está muy bien” para conseguir el objetivo que se persigue, y es que “no se puede permitir la inmigración irregular”, sino favorecer a los países de origen para que la salida de personas se haga de manera legal, evitando que los propios inmigrantes lo pasen mal y sean explotados.
De este modo, además, España puede defender su soberanía y su frontera en Melilla de una manera “nada agresiva”, ya que únicamente “se dificulta que una persona pueda saltar”.
La malla antitrepa fue anunciada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en su visita a Melilla el pasado 6 de marzo, y está siendo instalada mediante unas obras de urgencia que han permitido forrar hasta el momento la valla externa, por lo que los trabajos se centran ahora en completar la valla más cercana a Melilla.
